Wednesday caminaba por los oscuros y fríos pasillos de Nevermore cuando observa un volante pegado en su casillero, es color rosa fosforescente y tiene la leyenda BAILE DE INVIERNO DE NEVERMORE, todo el pasillo está lleno del mismo volante. De pronto, todo se pone oscuro, siente unas pequeñas manos cubriéndole sus ojos.
—Enid
—¿Cómo supiste que era yo?
Enid parece decepcionada, esperaba sorprenderá, pero Wednesday tiene la misma expresión de siempre
—Eres la única amiga que tengo en la escuela, es muy obvio que serías tu
—Y qué hay de Tyler
—Él no es mi amigo
—Y Chad—dice Enid—He escuchado un rumor de que últimamente los han visto juntos
Wednesday no dice nada, ella tampoco sabe lo que sucede en torno a Chad, aunque en realidad no le importa mucho.
—¿Harás algo divertido el fin de semana?
—¿Te parece que soy la clase de chica que haría algo divertido?
—Bueno, yo solo...—Enid observa el volante que Wednesday tiene en las manos sobre el baile— Oh por dios ¿Vas a ir al baile de invierno?
—No me interesa el baile, encontré esto pegado en mi casillero
Wednesday cierra la puerta de su casillero y observa a Enid, quien se le ve triste.
—Bueno, me voy
—Feliz fin de semana Wednesday.
La chica se aleja tirando a la basura el volante del baile, jamás le interesaban ese tipo de cosas, cuando ingreso a Nevermore esperaba que dicha escuela fuera diferente al resto, pero para su desgracia no era así.
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Larissa estaba bastante nerviosa después de que encontraron otro cadáver dentro de la escuela, sentía que todo se estaba saliendo de su control, temía que en última instancia cerraran la escuela, lo cual sería catastrófico. Afortunadamente era sábado, y había dia feriado el lunes, por lo que la escuela estaba casi vacía.
Al igual que al anterior, le habían destrozado el cráneo con un martillo, el chico se llamaba Peter Harold, era un estudiante de último año que al parecer no solía destacar mucho en la escuela, aunque después de su muerte, su nombre estaba en boca de todos.
Había terminado de hablar una vez más con los detectives, la investigación estaba estancada, pues no había ni la más mínima pista de la identidad del asesino.
Observa por la ventana de su despacho como los del forense de llevan el cuerpo del chico. La directora escucha como alguien toca la puerta.
—Adelante
Su secretaria personal entra, estaba algo nerviosa pues no sabe cómo darle la noticia, más aún cuando Larissa pareciera que últimamente siempre está de mal humor.
—Disculpa, no creí conveniente decirle frente a los oficiales de policía, pero además del asesinato, hubo otro incidente en la escuela
—¿De qué incidente estás hablando?
La secretaria duda unos segundos, pero al final decide decirle, a fin de cuentas, tarde o temprano se enterará.
—Bueno, el jardinero vino en la mañana para informar sobre una profanación en el cementerio de la escuela
—¿Disculpa?
—Bueno, alguien abrió dos tumbas del cementerio y...
—Se perfectamente lo que es profanación... bueno gracias por decírmelo, ahora yo me hare cargo de todo.
—Entonces me retiro a mi casa, disfrute su fin de semana
Larissa comienza a pensar en todo lo que había sucedido en los últimos días, como podría disfrutar su fin de semana si los estudiantes en Nevermore seguían muriendo a manos de un asesino en serie que destroza sus cráneos.
Piensa seriamente en su situación actual, los asesinatos, la profanación, todo comenzó con la llegada de Wednesday Addams a la escuela, desde el momento en que la vio supo que sería un problema. ¿Y si ella era la asesina? Tenía que proteger a sus alumnos a cualquier costo.
Un sonido la sobresalta, pareciera que algo pesado cayera al suelo, piensa que quizá su secretaria tuvo un accidente, así que sale a investigar.
Al salir de su oficina, camina por el pasillo llamando a su secretaria una y otra vez, pero no responde, en ese momento todo está en completo silencio que puede escuchar el sonido de su respiración, a pesar de ello, tiene el presentimiento que alguien la observa.
Algo dentro de ella le dice que tiene que huir, correr lo más rápido posible hasta la calle, después de algunos asesinatos dentro de Nevermore, esa era la opción más sensata, así que regresa a su oficina para recoger sus cosas y retirarse.
Justo al entrar a su despacho observa la ventana abierta, la cual se encontraba cerrada cuando ella salió, pero lo que más le aterra es su bolso en el suelo y su contenido regado por todas partes, como si alguien hubiera estado buscando algo. Antes de que pueda hacer algo, alguien la golpea por la espalda una y otra vez hasta que su cráneo explota y su cerebro se esparce por todas partes.
El asesino observa el cuerpo de la directora en el suelo, debajo de la máscara que lleva, esboza una sonrisa.
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