Este es mi infierno personal
¿Alguna vez has sentido que vives en un infierno personal? Yo vivo en uno desde hace tres años gracias a mis tíos. Mis padres fallecieron cuando solo tenía ocho años, mis abuelos habían fallecido muchos años antes de que estuviera en planes de nacer. Todos los recuerdos de mis padres son como un foco de luz dentro de una oscuridad absoluta y cada vez temo que esas penumbras opaquen la poca iluminación que me queda y extingan mi única esperanza. Ha pasado tanto que no recuerdo los rostros de las personas que me trajeron a este punto, poco a poco la vida antes de toda esta miseria se está borrando y lo único que hay en mi mente es dolor.
Dolor, dolor y más dolor.
Mi custodia pasó automáticamente a mis tíos cuando se dio a conocer la muerte de mis padres y solo me basta decir que no han sido buenas personas conmigo desde entonces. Tengo un tío adicto a las apuestas y una tía que no puede estar un solo día sin consumir su dosis de cocaína porque de no hacerlo se volvería loca, lo sé perfectamente.
Pude asistir a la escuela porque durante unos años recibíamos visitas semanales de servicios sociales, era el único día en el que ellos parecían ser una pareja sana que cuidaban en buenas condiciones a un niño. Hay una justificación precisa para eso: Pensión. Mis padres tenían un seguro de vida, al yo ser menor de edad no podía recibirlo y el dinero pasaba a mis tutores legales para poder solventar mis necesidades. Esa fue la única razón para que no me hayan dejado en la calle en el primer día, por ese dinero.
Si, eran unos desgraciados adictos y toda la porquería que se me venga a la mente, pero siempre pasaron de mi e hicieron como si no existiera y también aprendí hacer lo mismo. La relación con ellos era; ellos reciben el dinero y yo hago lo que se me diera la gana. Cada quien, en su propio mundo. Me acostumbré a esa vida y aunque suene demencial, me gustaba.
No es como que me pasara los días destrozando mi vida, pero gracias a eso podía enfocarme en estudiar y trabajar medio tiempo ya que no recibía ni un dólar del dinero de mis padres.
No era el paraíso, pero de alguna manera estaba vivo.
Supongo que no estaba destinado a tener una vida feliz, menos un final feliz y eso lo tengo bastante claro después de tres años encerrado en mi infierno personal. Un infierno diseñado exclusivamente para mí.
Si, toda mi vida paso a pertenecerle a alguien más cuando apenas cumplía mis dieciocho años; el infierno ascendió para sostenerme y arrastrarme.
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Selcouth
Teen Fiction«Cuando has estado entre las penumbras demasiado tiempo, lo que menos esperas es que otra oscuridad sea capaz de salvarte». Noah nunca llevó una vida tranquila, pero al menos gozaba de algo preciado para los seres humanos; libertad. Sin embargo, a s...