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Pudo sentir algo en su corazón, y no. No era una sensación linda. Jamás pensó que Jimin pudiera pasar por tal cosa, mucho menos dormir en un callejón como el gato que tenía en sus brazos. ¿Qué tan diferentes eran el uno del otro? Ambos durmiendo en callejones abandonados, pero, ¿Qué tuvo que pasar para llegar a ese extremo?

— J-jimin...

— Pero bueno, pasado pisado como dicen ustedes los humanos, ¿No? —El omega miró a Jeon con su rostro caído, y continuó en lo suyo como si nada.

— Jimin... ¿Cómo? ¿Por qué? No entiendo. Yo esas noches de verdad no te dejé entrar porque no creía en tu historia. Me decías que eras único en tu especie, y que debía cuidarte. Es algo poco creíble para mí, y quizás para muchos.

— Jin hyung me dijo que te lo dijera...—respondió cabizbajo.

— Y lo agradezco, porque ahora sé más de tí. De verdad lo siento muchísimo, fui un insensible con mis palabras—. Jungkook dió un paso adelante, pero el omega no se inmutó—. ¿Jimin?

— ¿Si? —preguntó, sin mirarlo.

— ¿Cómo es que llegaste a estar en un callejón, y no en un hogar?

El omega dejó lo que estaba haciendo y se quedó inmovil por un par de segundos, mirando a un punto ciego. Exhaló por la boca, se puso de pie e ignoró a Jeon por completo.

— Comeré cereal...

— ¿Tenías un dueño antes de mí?

— ¿Cereal?

— Jimin... No respondiste mi pregunta... —se podía escuchar el tono de preocupación del humano, debido a como el castaño ignoraba sus preguntas—. ¿Jimin? ¿Quién te cuidó antes?

— ¿Q-quieres cereal con leche? Yo sí quiero. Con permiso, Koo.

— Hey, espera —Jeon se voltea para mirar de frente al omega, sin esperar encontrarse con dos ojos llenos de pequeñas lágrimas acumuladas—. Dios, no... No, no, no, no. Lo siento muchísimo, de verdad. No quise faltarte el respeto con ese comentario. —Jungkook no lo dudó más y levantó su rostro, llevándo ambas manos a sus mejillas—. No haré más preguntas.

— N-no eres tú... Tu comentario no me molestó... —dijo, con un leve hípido—. No quiero pensar en él...

— ¿Él?

— El chico que me cuidó... Q-quiero que sepas, Jungkook. Quiero que también conozcas mi pasado, y no solo que soy un omega que tiene orejas.

Jungkook llevó a Jimin al sofá que tenían en la sala de estar y esperó atento, sin apresurar a que el omega le diga cómo fueron las cosas realmente. Su corazón no estaba seguro de aguantar.

— Si no quieres decirme, está bien. No quiero que te obligues si no estás cómodo con ello.

— Quiero hacerlo... Dudé, e ignoré el hecho de que lo tuve en mi vida cuando me lo preguntaste, pero es mejor ser honesto... —murmuró, mirando sus pequeños dedos.

— ¿Estás seguro?

— S-seguro. —respondió, encontrándose con la mirada de Jungkook—. Cuando las cosas comenzaron a ponerse feas en la isla, Jin hyung me llevó hacia un amigo. Él prometió cuidarme, sin saber el contexto de quien era, de que era un omega, y no un humano como ellos. —el castaño tragó duro y continuó—. Él era un buen chico al principio, pero siempre mantuvo la distancia. Nunca compartimos una palabra cuando nos cruzabamos, jamás me dio una llave de repuesto, o una comida... Era frío, él solo hacía su trabajo de tenerme en su casa y ya. Hasta que un día, entró a mi habitación cuando yo tenía mis orejas afuera. Me miró raro, pensando que eran falsas... Pero se movían, y fue allí donde todo cambió. Le conté quién era, y no me creyó al principio, incluso se burló de que era muy creativo... Los días pasaron y vio como aparecieron de la nada, al ver que dos pájaros estaban en su balcón. Eso me hizo feliz, me llamó la atención. Fue inevitable no esconder mi felicidad.

(un)usual - km au.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora