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Jungkook no pudo contener su felicidad y jaló al omega sobre su cuerpo. Lo besó con la intensidad que ameritaba el momento, y cerró sus ojos a medida que las caricias aumentaban en el cuerpo del otro. De un momento suave y gentil, los besos pasaron a formar parte de algo mucho más erótico y romántico, pero en el ámbito sensual.

El castaño sin pensarlo, detiene sus besos y se sienta sobre los muslos del pelinegro.

— Quiero hacer lo que me pedías en los mensajes.

— N-No lo recuerdo.

— Esa noche que me dormí... —musitó, dejando ambas manos sobre los hombros, para luego susurrarle a su oído—. Quiero montarte. Déjame hacerlo...

No puede ser.

— Minnie... Tu hermano está al lado. N-No podemos... —susurró con nerviosismo, mordiendo su labio inferior—. O sea, yo quiero, pero...

— Con un "sí quiero" es suficiente para mí.

— Minnie.

— Voy a montarte muy bien —dijo, moviendo sus caderas contra el pelinegro, con su cuerpo cubierto con mucha ropa—. Te haré sentir bien... No sabes cuanto te extrañé.  Mi cuerpo te anhelaba.

— M-Minnie...

— ¿Me vas a coger duro y rápido? —preguntó, con una sonrisa llena de lascivia, empujando sus caderas—. ¿Me harás olvidar que estuve semanas aguantando mis propios dedos porque quería todo de tí?

— Mierda, Minnie.

— Vamos, hazlo... —rogó con ímpetu—. Tócame, desvísteme, soy todo tuyo.

Jeon no pudo aguantar más y se liberó por completo. No podía creer que la persona que le hablaba así, era nada más y nada menos, la misma que se durmió durante el sexting. Comenzó a quitarle cada prenda que cubría su cuerpo, hasta dejarlo en completa desnudez. Jimin reclamaba porque el humano seguía usando mucha ropa, y es por esa misma razón que se encargó de quitarle la ropa de arriba, mientras se arrodillaba entre las piernas para luego hacer algo que no hacía desde hace mucho tiempo.
El omega bajó e hizo a un lado los boxers, y no dudó ni dos segundos para sacar un poco de su propio fluidos de fresa y crema, para masturbar al contrario  con la ayuda de esos mismos fluidos. Él quería gemir, pero se aguantó debido a que el hermano estaba al lado, así que por mientras, se aguantaba las ganas y disfrutaba del espectáculo que el omega le tenía preparado. Subía y bajaba, a medida que el miembro del contrario desaparecía por completo dentro de su boca.

— Ya quiero tenerte, te necesito. —dijo, con un poco de saliva y líquido pre-seminales en sus labios—. Mi celo quizás se acerque y...

— ¿Quieres que te ayude con tu celo?

— ¿Quieres?

— Lo he soñado mucho. Hacerte sentir bien en todo sentido...

— Entonces hazlo, Koo... No aguantes más, y hazme tuyo. Cógeme duro, hazme gemir, me entrego a ti...

Jungkook jamás le diría que no a esos ojos, mucho menos a esa boca tan pecadora. Sin pensarlo más, tomó al omega de su brazo derecho para subirlo hacia donde estaba él y le sonrió expectante. El calor que permanecía en esa habitación, crecía cada vez más. La lujuria jamás se fue de sus cuerpos, mucho menos de sus mentes.

— Necesito sacar los condones, Minnie.

— T-te quiero dentro de mi, sin nada —rogó, sintiendo su erección crecer.

— No podemos, precioso. Prometo darte cachorros más adelante, y todos los que quieras.

Al escuchar eso, el omega soltó un puchero y caminó hacia el bolso del pelinegro buscando una caja de condones. Le parecía gracioso ver que Jeon estaba más que listo para esta ocasión. Mientras tanto, Jungkook se posicionaba con la espalda contra la pared, y sus piernas se abrían poco a poco. Llevó su mano hacia su miembro para masturbarlo, observando el cuerpo del otro. Era una obra de arte en todo su esplendor. Su sonrisa crecía, mirándolo de pies a cabeza. Jimin caminó hacia él, abriendo el sobre con habilidad, para luego subirse arriba de la cama y acomodarse entre el cuerpo del azabache. Con sus manos deslizó el condón por completo y sonrió desde su comisura derecha.

(un)usual - km au.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora