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Jungkook estaba embobado.

¿Y cómo no estarlo si con Jimin ahora estaba tocando el cielo con las manos? Sin saber cómo explicarlo, prefirió disfrutar la simplicidad de las cosas y el ahora. Quería enfocarse en el presente, sin temer lo que pueda pasar. Sonreía como un tonto, pero no se quejaba, porque ya había olvidado la última vez que se sintió tan bien, tan feliz.

Jeon estaba sobre su espalda en la cama que tenía, mientras que Jimin apoyado sobre sus codos dejaba leves besos en todo su rostro. Según él, iría besando cada parte que encuentre bonita; no obstante, ya no le queda espacio para besar.

— Y otro aquí —dijo, dejando un beso—. Y otro aquí también —Jimin besó la punta de su nariz y escuchó al contrario soltar una leve carcajada—. ¿De qué de ríes?

— Me parece tierno lo que estás haciendo.

— ¿Por qué? —preguntó, ladeando su cabeza. Curioso por lo que Jeon dirá.

— Porque no me has dejado de besar desde que te besé afuera, en la terraza. —Jungkook dirigió su mirada hacia el omega, viendo como sus mejillas se tornaban de un color escarlata.

Dios, me lo quiero comer.

— ... ¿Eso está mal?

— ¡No! —espetó, tomando asiento con rapidez—. Me en-encanta que me beses... No dejes de hacerlo, por fav-

Sin más preámbulo, el omega salta a sus brazos, asaltando sus labios para besarlos con fervor y pasión. Jimin se acomodó sobre sus muslos, mientras que con sus brazos abrazaba al humano desde su cuello. Estaba en una nube, de la cual no quería bajarse.

Ni hoy, ni mañana, ni el siguiente.

Jungkook bajó sus manos hasta sus caderas, para sostenerse y así, sujetar con firmeza al curioso omega. Se preguntaba de dónde aprendió a besar así de bien, pero sentía lo innecesario que era pensar en alguien más, cuando en su brazos tenía todo lo que siempre quiso.

— Espera, espera —murmuró Jeon, separándose de sus labios, escuchando como devuelta el omega se quejaba pidiendo más—. Espera, cachorro.

— Quiero más besos... —contestó, soltando un puchero con sus labios.

— Y te los daré todos, pero... ¿Qué te parece salir mañana? ¿O prefieres nuestra cita aquí? Dime que piensas.

— Quiero más besos —dijo apresurado, acercándose a los labios de Jeon con los suyos levemente abiertos.

— Minnie. Te besaré toda la noche si me dices qué prefieres.

— Cuando y donde sea, mientras estés tú... Tú y tus labios. —Jimin sonrió, esperando que el pelinegro sonriera de vuelta y lo consiguió.

¿Y cómo no sonreír con exceso de ternura?

— Hecho. —susurró, besando al omega nuevamente con lentitud y una pizca de dulzura.

Mi omega.

— Al día siguiente.

— Al día siguiente

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(un)usual - km au.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora