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Jimin lo miró sorprendido, porque a pesar de saber hacia dónde iba esto, la poca vergüenza que tenía Jungkook le gustaba, y lo tomaba de sorpresa en un cien por ciento. El omega respiró hondo y mordió su labio inferior, apretándolo con sus dientes frontales. No quería que un gemido lo delatara, porque aunque sea por esta vez, él quería hacerse el difícil; sin embargo, al estar arriba de alguien de esa manera, con sus cuerpos frotándose... Hacerse el difícil no funciona siempre.

Hay veces donde uno solo debe entregarse, y disfrutar del viaje que te espera.

— Mhmm... ¿Por qué lo preguntas?

— Aún no me respondes —musitó Jungkook contra sus pomposos labios—. Vamos, Minnie.

— ¿S-Si?

— Déjame hacerte sentir bien... —murmuró, rozando la nariz del contrario con la suya a ojos cerrados—. Déjame llevarte a mi habitación... Besarte, escuchar esos gemidos que me encantan... Quiero tenerte para mí, y solo para mí.

Jimin sintió un sinfin de cosas en su estómago. Con ambas manos en sus hombros, le asintió levemente. ¿Por qué estoy tan nervioso?, se preguntaba. La última vez que tuvo sexo fue hace mucho, y quizás hasta perdió la práctica un poco; no obstante, recordarlo con alguien que valga la pena no es mala idea.

Mucho menos cuando tu lobo ruega por ello.

— Está bien... —respondió asintiendo otra vez—. Hazme tuyo.

Jeon sintió su corazón latir con un poco más de rapidez. El nerviosismo podía controlarlo, hasta incluso disimularlo, pero las ganas no podía ocultarlas aunque quisiera y pidiera de rodillas por ello. Anhelaba tanto sentir el omega bajo su cuerpo, pidiendo por más, rogando que lo haga más duro, o más fuerte. Cualquier opción es válida. Él se lo daría todo.

Tomó en brazos al omega y con ambas manos en su trasero, comenzó a caminar hacia su habitación, con sus lenguas bailaban entre sí. Ambos intercambiaban jadeos y roces con sus labios, mientras que en su mente solo existía el "te necesito."

Al entrar a la habitación, dejó al castaño sobre su cama, sin abandonar sus labios. Al separarse, comenzó a desvestirlo con la mirada fija en él, viendo como sus mejillas se tornaban de un tono rosa oscuro, y sus labios eran un poco más grandes e incluso más hinchados que antes por la cantidad de mordidas que Jeon le obsequió. Poco a poco, bajó sus pantalones hasta retirarlos por completo, obteniendo una que otra sorpresa.

— ... Oh.

— ¿Q-Qué?

— ¿No estabas usando ropa interior? —preguntó ladino, con una sonrisa lasciva—. ¿Estabas esperando este momento?

— Estaba solo usando una camisa cuando Hoba llegó, y me cambié de ropa rápidamente... Lo olvidé. —murmuró con vergüenza, sintiendo a Jungkook acariciar ambos de sus muslos.

— No te preocupes, cachorro. —sonrió, sosteniendo sus piernas—. Me facilitó el trabajo. Ahora, abre tus piernas para mí.

El castaño abrió sus piernas, presentándose para él, mientras observaba cómo su pecho subía y bajaba debido a su nerviosismo y deseo. Estaba impaciente por saber el siguiente movimiento del humano, pero al ver como sostenía su miembro con una mano, su imaginación quedó nula.

Ahora era espectador de algo que jamás sintió antes.

— Ah...

— Hace mucho que no hago esto, pero... —musitó el azabache, subiendo y bajando su mano—. Quiero hacerte sentir bien. —y sin más preámbulo, llevó el miembro hacia su boca. Dándole unos pocos toques a su glande, a la par que el omega retorcía sus dedos contra las sábanas.

(un)usual - km au.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora