•33•

8.5K 952 86
                                    

Jimin sintió su corazón caer al piso. Jamás creyó que algo así fuera posible. De todos los años que ha convivido con su manada, y de todos los años que conoce quien es, es la primera vez que tener a un destinado humano sea posible.

"Tal como tu madre lo hizo."

La madre de Jimin estuvo en la misma situación años antes, y ahora es Jimin quien debe elegir a su destinado, pero bueno, en "elegir" no es tanto problema, cuando la persona con quien quiere compartir su futuro, estaba a su lado.

— O-o sea que Koo puede ser...

— Tu destinado, sí. —dijo sonriente—. Tu eres el dueño de tu destino.

— Pero, ¿Y la mordida? ¿Debo morderlo para unirme? ¿Y si lo muerdo pasa algo? —preguntó, Jimin miró a su humano y le tomó la mano un poco nervioso.

— Si lo muerdes, le dolerá mucho más... Puedes hasta matarlo.

— ¡N-no quiero eso! —titubeó—. No quiero eso.

— Entonces hay más formas, como por ejemplo se puede crear un lazo al tener un cachorro. Ahí estarían unidos de por vida, se crea un lazo único, como el de una mordida.

— Pero no estoy listo para ser papá... —musitó, tomando su vientre—. Aún quiero terminar de estudiar, luego tener mi trabajo y quizás ahí podría ser padre.

— Yo apoyo a Minnie, podemos crear un lazo más adelante... Por mientras, nos amaremos como lo estamos haciendo ahora.

— Me parece entonces. —la mujer se puso de pie y los guió hacia la puerta.

Jimin y Jungkook hicieron lo mismo, y caminaron detrás de ella. Ambos inmensamente agradecidos por tener noticias nuevas, e inesperadas. Le agradecieron a la mujer, y el omega le prometió dejarle flores silvestres para su caldero.  Jeon le hablaba acerca del futuro, y lo bueno que era no perderse entre ellos, y así tenerse el uno al otro; mientras que el castaño caminaba por las hojas secas del bosque, pensando en cómo Jungkook le dijo indirectamente que lo amaba.

...

En casa y sin el hermano mayor, el omega se encontraba en la cocina comiendo cereal y leche, pero Jeon tenía otros planes y le arrebató el bowl, escuchando como el castaño alegaba detrás de él.

— ¡Oye!

— Debes alimentarte con algo mejor, Minnie.

— ¿Cómo qué, destinado?

Jungkook detuvo sus pasos en seco al escuchar aquel apodo. ¿Por qué me estoy sonrojando?, se preguntaba. Se sentía como cuando ves a tu crush en la calle y no sabes qué hacer. Era tonto, pero tierno.

— Oye, destinado. ¿Y si cocinamos galletas? ¿Y si preparamos galletas, destinado? ¿Y comemos juntos?

Jeon dejó el bowl a un lado, y caminó hacia él para abrazarlo por detrás.

— ¿Piensas llamarme así todo el día?

— El que es lindo hace lo que quiere —soltó, y Jungkook se echó a reir, mientras arrugaba su nariz.

Jimin olía tan bien, y eso que él aún desconoce el aroma a fresas con crema.

— Eres tan tierno. —musitó con dulzura—. Ven aquí.

El humano lo giró hacia él desde su cintura, y lo besó con lentitud. Él adoraba a Jimin, y era loco pensarlo. Jamás creyó que una persona mitad lobo entraría a su vida, y mucho menos creería que esa misma persona lo tendría completa y locamente enamorado.

(un)usual - km au.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora