~Escape~

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    (KARMA)

Nuestra respiración era agitada, corríamos sin detenernos. No podíamos parar, era mucho más agotador correr en nuestra forma humana. Pero no teníamos las fuerzas suficiente para cambiar nuestra forma a lobo.

- ¡No se detengan!- le grité a Nagisa y a Isogai, ellos asintieron- tenemos que llegar a la frontera.

Podía sentir el sudor recorrer todo mi cuerpo, sentía como mis piernas me pedían detenerme, al igual que mis pulmones exigían algo de aire.

Aún así, no podía detenerme. No volvería a ese asqueroso lugar, ni yo, ni ningúno de mis amigos volveremos hacer parte de su maldito experimentó.

- Karma puedo oler a otro seis sujetos- respondió Nagisa, al momento que  saltamos con agilidad un árbol caído- están cerca.

- Tsk, Miér**

Maldije al momento que sentí lo cerca que estaban de volvernos atrapar, eso y el echo de que estábamos sin salida gracias a que al frente de nosotros se encontraba un barranco, la cual teníamos que saltar para poder llegar del otro lado.

- Karma, no lograremos saltar si nuestra forma lobo- me habló Isogai con algo de preocupación en su voz.

Los tres nos detuvimos, nuestras respiraciones eran agitadas, y el cansancio nós está pasando factura.

- ¡Por aquí!, ¡Ya lo localizamos!- mire hacia atrás donde provenían las voces.

Estaban cerca, mire a mis amigos. Que estaban cansados y preocupados al mismo tiempo. No, me niego, no dejaré que nos vuelvan atrapar.

- Karma- mire a Isogai que tenía un expresión triste en sus ojos, la cual intentaba ocultar- nos podemos seguir.

- no, me niego.

Negué con la cabeza al momento que apretaba la mandíbula con enojo, una idea me vino a la mente, ya sabía que hacer.

- Nagisa, Isogai- ambos me miraron- haré una distracción, mientras usted huyen.

- ¡¿Que?!- gritaron al mismo tiempo.

Sabía que se iban a negar, pero antes de que si quiera dijeran una palabra. Solté un fuerte gruñido, haciendo que toda queja desapareciera.

- ¡Ya los veo!

- ¡Corran, a hora!- grité dandole la espalda a los chicos.

Ellos asintieron y salieron corriendo, eso me dejó más tranquilo. Unos segundos bastó para que seis hombre me rodearán, cargando esas malditos látigos, como odiaba esas cosas, un solo toque y te da una descarga eléctrica tan fuerte, que te deja inconciente.

- vamos se un buen chico, y déjate atrapar- dijo uno de ellos, lo único que hice fue sacarle mis garras mientras les mostraba mis afilados colmillos- como quieras.

Sabía que no iba a poder con ellos, por lo cansado y ahogado que estaba, pero eso no me importo. Los detendría lo suficiente para que los chicos escaparán.

Me defendí con todas mis fuerzas, y aún así mi cuerpo no pudo más, al momento en que sentí la primera descarga lo soporte, aún teniendo la vista borrosa intenté defenderme. Mi cuerpo quedó inmóvil con la segunda descargar.

Pude oler al miserable de todo esto, escuché como se acercaba hacia mi con pasos lentos y firmes.

- luego me dirás, donde están tus demás compañeros.

Lo odiaba, mire la cara pálida del maldito, mientras le dedicaba una débil sonrisa burlona.

- vete....  al infierno, nun..... nunca te diré... nada Haru...

nuestra uniónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora