nuestra unión

~Mi propiedad~

     

           (KAYANO)

Habían pasado al rededor de tres días, habíamos llegado aun pueblo, tuvimos que buscar trabajo. Por suerte pudimos encontrar uno, trabajábamos para una pareja de casados en un humilde bar.

Nagisa y yo consiguimos dinero suficiente para pagar una posada, para pasar la noche. Ya que no queríamos seguir molestando a la pareja, que amablemente nos dieron un lugar en su casa asta que pudiéramos buscar en donde quedarnos.

Me di cuenta que muchas mujeres se quedaban enbobadas mirando a Nagisa, como no si el es un hombre bastante atractivo.

Eso me hacía sentir un poco incómoda, y esa incomodidad aumento Cuando una de las chicas que trabajaba en la posada se le había insinuando en frente de mi, obvio que Nagisa se daba cuenta. Y con una sonrisa sincera y tierna.... ¡Hay que cosas digo!, la había rechazado.

Me sentía un poco celosa, tenía que admitir que Nagisa empezaba a gustarme.

El recuerdo de aquella promesa que le hice, seguir fresca en mi me morirá.

Me levanté de la cama, me bañé y me vestí rápidamente, el lugar donde estaba la posada no era muy lejos de donde vivíamos, pero aún así quería llegar a tiempo al trabajo.

Cerré la puerta, para dirigirme rápidamente a buscar a Nagisa, claro que no tuve que ir lejos, su habitación estaba al frente de la mía.

Antes de que pudiera tocar, la puerta ya se había abierto dejando ver a un Nagisa listo para ir a trabajar.

- buenos días Kayano- me saludo con una sonrisa.

- buenos días- regresé el saludo, con una media sonrisa.

Ambos bajábamos las escaleras en un silencio, cómodo. No necesitábamos hablar de nada, solo. Difrutabamos la compañía del otro, una vez que salimos de la posada, caminamos por el pueblo.

Veía como algunos negocios se abrían, otros seguían estando cerrados. Al llegar al bar, vimos que Sugino estaba abriendo apenas el bar.

- buenos días Sugino- hablamos al unison Nagisa y yo.

- buenos días chicos, listos para trabajar hoy.

- más qué listo- respondió Nagisa a lo que yo sentía con la cabeza.

Una vez que entramos al bar, yo me dediqué a limpiar con un trapo los vasos, y Nagisa limpiar las mesas.

10:13am, el bar empezó a llenarse de gente. Algunas mujeres solo venían para una cosa, y eso era algo irritante.

Ver a Nagisa.

"Están guapo, yo quiero que el sea mi novio, ¿Tendra novia?. ¿Como se llamara?, Es tan lindo"

Esas eran lo que decían, sabía que Nagisa podía escucharlas. No importa en qué distancias te encuentras, eso se debe a que es un hombre lobo. Nagisa las rechazaba y siempre le dejaba en claro que no tenía ningún tipo de interés en ella, claro que a mi me decía que solo tenía ojos Lara mi por ser su Mate.

- quiero hip que me hip des otro preciosa- me dijo un hombre, con las mejillas sonrojadas por el alcohol.

"Este ya está ebrio"

- creo que ya tomo suficiente señor- respondí con amabilidad, cosa que enojo al hombre.

- ¡Usted no me dice que hacer!- exclamo dando un fuerte golpe a la mesa, me sobre salte un poco por el susto- ¡Dame más alcohol!

- ¡Y yo le he dicho que no!- le respondo de igual manera elevando un poco la voz, llamarlo la atención de todos- le pudo amablemente que se retire señor.