Capituló tres: cartas

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— Que... Entonces por eso aparecí en mi habitación. — Ahora todos los recuerdos invadían la cabeza de Félix. — Que vergüenza, en serio lo lamento. — dijo mientras se tocaba la cabeza, con tanto que procesar le dolía más.

— No hay de que, por favor pasa, parece que no te encuentras bien. — hizo un ademán para que entrara, el mayor notó como el pecoso empezaba a quejarse mientras tocaba su cabeza.

— No, tranquilo.

— Por favor pasa, insisto. — Félix no se podía negar, solo quería acabar con todo rápido.

Félix se sorprendió al ver lo decorado que estaba el apartamento y supuestamente había llegado hoy... ¿Quien arregla su apartamento así en un día? Probablemente alguien de dinero pero si el nuevo huésped tuviera dinero no estaría en este apartamento.

— Me llamo Hyunjin. — dijo el rubio para sacar a Félix de sus pensamientos. — Creo que en lo que llevamos siendo amigos nunca te lo mencioné.

— ¿Amigos...? digo claro, un placer.

— ¿Quieres alguna pastilla? — dijo el Hyunjin — Veo que te duele la cabeza... me imagino anoche estabas muy borracho. — dijo entre risas antes de levantarse e ir por unas pastillas.

Félix solo estaba procesando lo sucedido quería que su vecino regresara con las pastillas para largarse de ahí, quería dormir y no saber nada ni de nadie hasta que su dolor acabe.

— Volví, aquí tienes tómatelas con esto. — Señaló un vaso con agua, Félix tomó las pastillas y el agua de un solo al terminar hizo un ademán de irse pero Hyunjin lo detuvo. — ¿Ya te vas?

— Si, quiero descansar un poco podemos seguir charlando luego. — le sonrió y el rubio le devolvió la sonrisa, acompañándolo hasta la salida. — Gracias por las pastillas.

— No hay problema cualquier cosa puedes contar conmigo, después de todo somos vecinos. — esas fueron las últimas palabras que escuchó salir de la boca del rubio ya que este cerró la puerta. Félix se dirigió a su habitación a tomar una larga siesta.

Su celular no paraba de sonar arruinando su siesta, optó por ignorar la llamada hasta ver que se trataba de su amigo terminó contestando de mala gana

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Su celular no paraba de sonar arruinando su siesta, optó por ignorar la llamada hasta ver que se trataba de su amigo terminó contestando de mala gana. — ¿Si?

Felix por fin contestas... no sabes los que me ha pasado en estas ultimas 72 horas

Felix podía escuchar los sollozos de su amigo, se lo escuchaba desesperado y aterrado. — Ya estoy aquí cuéntame. — dijo levantándose de la cama para ir al baño y lavarse el rostro.

No esto debemos hablarlo, pero no por una llamada veámonos esta tarde, en la cafetería de siempre, por favor no  me dejes Félix. — Corto la llamada no sin dejar a un Félix preocupado, se sentía mal por Yeonyun tenía un montón de ideas sobre lo que le podría estar pasando pero solo descubriría la verdad al reunirse esta tarde con el.

Camino por su casa hasta ver dos cartas debajo de la puerta principal, le pareció raro y se acercó a revisar uno era de Hyunjin Tarjeta de bienvenida y agradecimiento y la otra no tenía nombre era totalmente blanca, abrió la de su vecino, contaba con algunos cupones y de lo tan agradecido que estaba al mudarse ahí y conocerme esperando poder tener oportunidad de conocerme mejor, dejo la carta de Hyunjin a un lado luego vería que le daría de regalo, abrió la segunda carta esperando cualquier otra cosa menos imágenes de el, en su casa, alguien lo estaba observando.

Mi pequeño,

Te estoy observando cuidado con lo que haces no me hagas enojar no quiero estar más cerca tuyo y asustarte esto es solo una advertencia.

Esta escrito con una caligrafía horrible pero entendible para los ojos de Félix, estaba aterrado alguien lo estaba observando, tomándole fotos, en su propia casa, ¿tenía un acosador? Era una posibilidad tenía un amigo famoso no debía aterrase... ¿Verdad?

No, estaba aterrado, cerró las cortinas y selló las ventanas buscó cualquier rastro de tener alguna cámara en su departamento pero no había nada, decidió salir de su departamento en busca de alguien, se sentía solo, tenía miedo quería compañía así que decidió ir por una taza de café a la casa de su vecino.

Mientras esperaba que la puerta sea abierta empezó a escuchar fuertes pasos aproximarse Félix se empezó a asustar, escuchaba risas, movía la perilla de la puerta fuertemente esperando que sea abierta, hasta que sucedió.

Sus ojos visualizaban a un Hyunjin adormilado sin camiseta, pero eso no lo detuvo, podría apreciar imágenes así luego, empujó al rubio y se giró para cerrar la puerta y poner todas la cerraduras posibles.

— Lix, ¿Está todo bien? — dijo Hyunjin con una mirada preocupada, Félix solo movió la cabeza a ambos lados negando rotundamente mientras las lagrimas salían de sus ojos, Hyunjin se dirigió a abrazarlo esperando una explicación. — Tranquilo, puedes contar conmigo sabes que soy todo oídos.

— Tengo miedo, me siento observado y asqueado conmigo mismo.

— ¿Sientes que alguien te observa? — Hyunjin no podía creer lo que estaba escuchando.

— Me llego una carta con imágenes mías haciendo diferentes cosas... — su voz se estaba quebrando, Hyunjin lo llevo hasta el sofá para que se sentara mientras iba a prepararle algo para tomar.

— ¿Que cosas hacías en las imágenes? — Hyunjin quería que todo valla a su ritmo con su amistad con el pecoso, no pensó que algo así sucedería, no tan pronto.

— Donde yo... yo — empezó a llorar pero de una manera desgarradora, Hyunjin llevo agua y se sentó para abrazar a Félix, no creía que lo vería en una etapa así tan pronto. — Yo aparecía vistiéndome... tiene fotos mías sin ropa, lo ultimo lo destruyo que termino llorando horas junto a Hyunjin consintiéndolo, dandole mimos, diciéndole que mientras estén juntos todo estará bien, que el lo va a ayudar.

Pasaron toda la mañana y tarde así en donde Félix olvido la pequeña salida que tenía con su mejor amigo Yeonyun.

Sangre, tinta y cartas - Hyunlix Donde viven las historias. Descúbrelo ahora