Capituló catorce: a salvo

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Hyunjin se empezó a preocupar y no dudo ni un segundo en llamar a la policía.

— 911, ¿Cual es su emergencia? — dijo una tranquila voz al otro lado de la línea.

— ¡Acaban de secuestrar a un amigo! — gritó desesperado.

— ¿Podría darme su ubicación para enviar una patrulla?

— Kilómetro 7, calle Park.

— Enseguida estarán allá, hasta mientras mantenga la calma. — la llamada había terminado pero la desesperación de Hyunjin no.

Los minutos de espera fueron eternos, cuando los uniformados llegaron Hyunjin no podía estar más alterado.

Los minutos de espera fueron eternos, cuando los uniformados llegaron Hyunjin no podía estar más alterado

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— ¿Que m-me vas a-a hacer? — Felix estaba asustado ya llevaba bastante tiempo en ese aterrador lugar.

— Nada, solo me pago para secuestrarte — río — Es que de verdad que todo esto es una tontería.

Félix no podía estar más confundido, todo lo que salía de la boca del hombre lo desesperaba.

— ¿Sabes que es una tontería? — enojado Félix le grito — ¡Que me saques fotos, Que me amenaces, asesines a inocentes y al final me secuestres para nada!

— Yo no tome las fotos, no asesine a nadie además nunca te e amenazado... solo te secuestre — reviro lo ojos — Lo otro se encargó una cara linda que tienes muy cerca — suspiró — pensé que en casa lo básico era aprender a no confiar en nadie.

— Tu no sabes nada.

— aseguró se más que tu, estás tan ciego que no te das cuenta de que clase de personas te rodean — terminó por decir el secuestrador.

Hasta que la puerta fue tumbada y Hyunjin junto a unos uniformados aparecieron por ella.

Hyunjin se acercó a Félix y lo abrazo mientras le susurraba que ya estaba a salvo.

Los uniformados se encargaron de esposar al secuestrador.

— ¡Ey! ¿Qué hacen? ¡Esto no era parte del trato! — gritó desesperado — ¿¡No me están escuchando!?

— ¿Félix estas bien, el no te hizo nada? — pregunto Hyunjin preocupado.

« No confíes en nadie, menos en caras bonitas »

« Lo otro se encargó una cara linda »

¿De que está hablando? — Félix empezó a dudar un poco sobre Hyunjin.

— No lo sé, no dejes que te meta ideas — empezó a quitarle las cuerdas que lo mantenían inmóvil a Félix — Al final esta loco, te hizo tantas cosas y cuando te secuestra no te hace nada, mas que meterte ideas y manipularte.

— Tienes razón, no se porque siempre me dejo llevar — se levanto y abrazo a Hyunjin — Gracias por salvarme.

— No hay de que.

— Espera pero ¿Cómo me encontraste? — preguntó el menor.

— Con los policías recudamos las cámaras de las calles y la última parada del auto fue en este lugar y supimos que estarías aquí.

Los uniformados se acercaron a la pareja y pidieron hablar con Hyunjin, luego que este tuviera una larga charla con los oficiales pudieron irse del lugar.

Ya en el taxi que habían pedido Félix decidió atreverse a preguntarle a él mayor sobre algunas cosas.

— ¿Porqué los oficiales no me hicieron preguntas?

— Hablé con ellos, no era necesario.

— Ni siquiera me llevaron a hacerme un chequeo al hospital.

— ¿Acaso te hizo algo? Porque te puedo llevar yo.

— No, estoy bien solo me pareció raro.

— No tienes de que preocuparte, ahora solo debes descansar — Hyunjin sobo la cabeza del menor.

— Si tienes razón pero ¿Qué hay de Soobin?

— Yo ya me encargué de eso.

Félix le agradeció al rubio y se quedó dormido esperando que el día de mañana sea mejor.

Sangre, tinta y cartas - Hyunlix Donde viven las historias. Descúbrelo ahora