Capítulo VIII- Attractio.

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Empuja mi cuerpo contra la pared, sus manos me tocan el vientre por debajo de la blusa y su lengua recorre mi boca. Cierro la puerta detrás de él.

"Déjate llevar por el placer Elena… déjame guiarte" susurra a mí oído dejando un húmedo beso en mi oreja y haciéndome sentir que no existe nada más que él.

"Hazlo…" digo franca. Es demasiada la excitación, me falta el aire y dejo escapar un gemido.

"Elena Anabel!" Grita mi madre y me despierto. Estoy en el sofá de la sala. Me he quedado dormida en algún punto. Mierda, tenía que ser un sueño.

La señora Anabel me observaba con ojos bien abiertos. Tiene los brazos cruzados contra el pecho y aprieta la mandíbula en clara señal de enojo. ¿Por qué tenía que llegar justo ahora?

"Pero qué cosa estabas haciendo? " Me pregunta y me apeno un poco porque se que se refiere al gemido que entre sueños ha salido disparado de mis labios. Es incómodo. Me apresuro a sentarme en el sofá, siento mi sexo aún excitado, estoy excitada… frente a mi madre… es incómodo, muy incómodo e inapropiado.

"Me quedé dormida…"

" Si. Eso puedo verlo… Pero qué estabas soñando tú muchachita? Obviamente cosas inmorales" lanza y me pica que esté jugando me así, aunque tenga un poco de razón.

"Mamá no exageres. Si. Fue un sueño…húmedo" digo sabiendo que eso la va a escandalizar aún más y no me equivoco.

"Dios! Yo te he criado para tener esos pensamientos? En serio estás fuera de control. Ya se lo he comentado a tu padre. Sales todas las noches con quién sabe quién, tomas… ese es mi vino?" Pregunta al ver la botella vacía al pie del sofá. No digo nada porque es más que obvio que lo es…bueno lo era antes de tomarme el cuarto de botella que quedaba.

"Llamaré a tu padre. Estás castigada" exclama. ¿Qué dice?.

"¿Qué? No puedes castigarme mamá soy un adulto y además no he hecho nada malo"
reclamo poniéndo me de pie frente a ella.

"Tener esos sueños depravados no es algo malo? Es terrible Elena Anabel, es terrible"

"No me digas que tú nunca los has tenido antes madre?" Pregunto y ella se altera aún más.

"Nunca! El acto carnal se hizo solo con el propósito de procrear. El ser humano es quién lo ha retorcido fantaseando con actos que no se deben fantasear!" Grita histérica, tanto que me da miedo, tiene esa mirada en sus ojos, esa que hacía años no ponía.
Cuando era niña mamá solía comportarse aún más extractar que ahora, nunca he sabido porqué pero al parecer fue criada de una manera muy cerrada e intento hacer lo mismo conmigo pero afortunadamente mi padre nunca la dejó. Sin embargo cuando él no estaba ella me decía cosas que podrían caer en la categoría de desequilibrio mental y a veces, solo a veces ella me pegaba.
Una tarde papá llegó a casa temprano de la oficina. Mamá había ido a buscarme a la escuela para ir a la iglesia, al catecismo , cuando me vio observando a Jimmy Torres en su patineta. Se acercó a el muchacho que no sabía ni que yo respiraba en el mismo planeta que él y le dijo dos cosas;
"Aleja tu pene de mi hija"
No recuerdo todos los detalles, quizás porque los he querido borrar y hacer pasar todo como algo que nunca pasó pero la familia Torres quiso demandar a mi madre y fue gracias a que se llegó a un acuerdo de que ella asistirá a terapia que se salvó de ser demanda por acoso sexual a un menor.  La señora Anabel por supuesto aceptó. No mancharía su nombre frente a todos.
La terapia la calmó un poco pero existan momentos, como este en donde afloraba esa parte suya que tanto me asustaba.

"Mamá. ¿Basta si? No es necesario tanto escándalo…"

"Sé lo que haces en tu habitación cuando dormimos " dice y no quiero tener esa conversación con ella.

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