Me lleva de la mano por pasillos poco iluminados. No tengo idea de porque hemos entrado a la universidad pero aquí estamos. Su mano sostiene con tanta firmeza la mía que es casi romántico, pero el romanticismo implica sentimientos y la regla es clara, no puedo tenerlos.Ethan me conduce hasta un salón, todo está a oscuras pero ligeramente iluminado por la luz de la farola que se cuela por el ventanal que enseguida logro reconocer.
"Es el salón de Martín" digo.
Ethan me rodea la cadera con las manos, deja un par de besos en mi clavícula mientras nos adentramos en el lugar.
"Pero qué hacemos aquí? El tipo es mi maestro"
Ethan me calla con un beso, su lengua se desliza por debajo de la mía, sus manos tocan mi vientre colándose debajo del t-shirt y automáticamente cierro los ojos y mis brazos rodean sus hombres mientras nos acercamos al escritorio donde me ayuda a sentarme. Besarlo es adictivo, por lo poco que le conozco sé que debe tener pleno conocimiento de eso, así que debe ser consciente de que me está enloqueciendo con cada movimiento de su lengua y sus labios. El corazón me late a mil por hora, creo que ya lo ha notado porque se detiene, se aparta un poco y sonríe.
"Qué?" Pregunto porque lleva más de diez segundos mirándo me sin decir una palabra.
Se acerca nuevamente a mi, me muerde el labio y coloca su mano contra mi pecho, entonces firmemente empuja obligando me a recostar mi espalda sobre el escritorio de metal. Posa sus manos sobre la cremallera de mi pantalón, desabotonado.
"Qué haces?" Pregunto al instante mientras trato de elevarme pero Ethan me besa y susurra un "no" sobre mis labios.
Me baja los pantalones hasta los tobillos al igual que mi ropa interior. Saca mi pie derecho del pantalón y lo eleva hasta su hombro entonces es cuando cierro los ojos con fuerza, con hainco me muerdo los labios al sentir los primeros toques de su lengua sobre mi sexo.
"Ahhh" dejo escapar.
Ethan está concentrado en mi punto más orgásmico, se siente demasiado bien, no quiero que se detenga, quiero que siga así que instintivamente mi mano se coloca sobre su cabeza sosteniéndose entre mis dedos su suave cabello rubio y pareciera que le he dado la señal correcta porque da lamidas y juega conmigo con mayor rapidez.
"Ethan…ahhh" gimo arqueando la espalda sobre la mesa mientras aprieto los muslos contra su rostro y elevo la cadera en busca de todo lo que su boca aún pueda darme.
Mi pecho se eleva y se contrae al ritmo de mi respiración. Ethan deja un beso en la parte interior de mi muslo derecho antes de dejarlo caer de encima de su hombro. Me toma entonces del cuello de la camisa, me besa y siento el sabor, mi sabor en sus labios, es aún más excitante. Ethan está completamente sobre mi en el escritorio. He notado que le gusta rozar sus labios contra los míos creando dentro de mí esas mariposas que él mismo me ha prohibido sentir con su razón porque nada bueno puede salir de enamorarse de alguien como Ethan Wells.
"Para la próxima debes hacer lo que yo te digo Elena… vez que divertido puede resultar todo? Mmmm?" Susurra a mi oído, clava sus dientes sobre mi lóbulo y me duele pero no me quejo.
Me besa el cuello y luego los labios, seré sincera, no creo que desee besar a nadie más en esta vida. Pone sus dedos sobre mis labios dibujando su forma. Se detiene y presiona el índice, mis labios se separan y él lo introduce dentro de mi boca.
"Te verás así de linda cuando ponga mi pene ahí?...mmmm?" Pregunta volviendo a rozar mis labios con los suyos.
"Eres un vulgar" respondo.
"Me dirás qué no te gustan mis vulgaridades Elena?"
"Eres…"
"Shhh... juguemos Elena"
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ATTRACTIO
Teen FictionElena nunca imaginó que todo su mundo se pondría de cabeza al entregarse al placer que Ethan Wells le ofrece.