𝐀 𝐒𝐌𝐀𝐋𝐋 𝐒𝐖𝐄𝐄𝐓 𝐒𝐓𝐎𝐑𝐌

¡¿Quién es ella?!

Enid estaba algo preocupada, pero emocionada al mismo tiempo. Por supuesto que tenía miedo, miedo de estar lejos de casa, pero algo muy en el fondo de ella decía que era genial conocer gente nueva, incluso si eso la aterrorizaba.

Creo que fue su padre quien la convenció de hacer esto, ya que no tenía el coraje de hacerlo, pero respiró hondo y pensó en las cosas buenas. Y con una sonrisa continuó empacó sus cosas.

"Creó que es hora de irse", soltó en voz alta para sí misma, mientras miraba el lugar.

Después de eso, su hermano entró para continuar recogiendo las cosas.

"Porque esa cara, ¿pasa algo?", preguntó el chico de ojos azules. "¿Estás emocionada?"

Ella lo miró e hizo una mueca.

"Estoy nerviosa, la verdad es que los voy a extrañar", admitió.

Él chico se echó a reír.

"Sabes que nosotros también hermanita"

"Bueno, pensándolo bien eso significa que descansaré de ustedes y disfrutaré, solo un poco", dijo riendo.

"Pues no disfrutes tanto, en vacaciones nos verás", aseguro divertido.

La chica solo sonrío y lo abrazó.

Ya habían terminado de empacar y recoger lo necesario, aunque era algo muy exagerado de su parte llevar más de lo que le decía su madre.

Y así caminó hasta la sala, dónde sus hermanos y sus padres la estaban esperando.

"¿Realmente necesitas todas estas maletas?", preguntó uno de sus hermano que seguía bajando sus maletas.

"Son demasiadas", dijo su otro hermano pequeño.

La rubia suspiró, así que su padre ayudó.

"Dejarla en paz, chicos"

La rubia que escuchaba a su padre sonrió. Él ama tanto a su hija y ella también lo ama, él es su gran amigo.

"Y por supuesto que necesitó todo eso, tonto", se defendió un poco tarde.

"Está bien, está bien", respondió mientras reía, el chico de cabello ondulado.

...

Después de unos minutos llegaron al aeropuerto, se despidió de todos sus hermanos con una sonrisa y luego abordó el avión con sus padres.

El viaje fue más rápido de lo que había pensado, los nervios estaban empeorando cada vez más, tenía mucho miedo de conocer a su nuevo roommate y estar en un nuevo país.

Horas más tarde, llegaron a la hermosa Ciudad de Londres.

La ciudad era hermosa, por supuesto, y la rubia rápidamente se emocionó. El viaje en el auto fue más tranquilo, pero ella habló cuando la preocupación regresó.

"Padre, Madre... ¿Qué pasa si mi roommate no es bueno, qué pasa si no me gusta la universidad?"

Sus padres la miraron con cariño y él hombre, su padre habló con suavidad.

"Bueno, hija, estoy seguro de que puedes lidiar con todo eso, eres una persona dulcemente increíble..." Le susurró, sosteniendo su mano.

Ella le dio una media sonrisa, no estaba muy segura.

"Y, te lo aseguro, te aseguro que tú compañero será muy amable", dijo su madre ahora.

"Eso espero", respondió ella.

Siguieron su camino mientras hablaban y sus padres trataron de tranquilizar a la chica.

Al final llegaron al departamento. La rubia se sorprendió, realmente era grande.