Secuestraré a ese pequeño monstruo...

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"Te odio", susurró la suave voz de su novia.

Merlina la miró, llevó sus manos frías a la cara de la chica y la tomó con cuidado. Ambas se miraron con amor y algo de tristeza.

"¿En serio?", susurró la gótica, acariciando sus mejillas.

La rubia derramó unas cuantas lágrimas más y se acudió sin fuerzas.

"Eso es tan lindo para mí, ¿sabes, verdad?", le aseguró con una sonrisa divertida.

La rubia apartó bruscamente las manos de la gótica de su rostro.

"¡No, no es gracioso, Merlina!", exclamó, llorando.

Merlina se rió un poco, pero sabía que era algo serio, no la culpes, todavía era un poco rara.

"Eres estúpida, ¿no?, perdí a Louis, te odio, ¡te odio!", gritó más, alejándose.

La pelinegra volvió a tomarla del brazo, la atrajo con fuerza y la hizo sentarse en su regazo. La rubia solo miró hacia otro lado, todavía estaba un poco herida y triste.

"Cara mia ¿Recuerdas que ambos están en la sala? No se irá hoy, está solo con su padre, sabes que tiene derecho, cumplí la promesa de manera diferente y mal, pero lo hice, no encontré a su madre pero si su padre, se ve que está sufriendo, no me odies por ello, aúnque sea no me odies tanto. No quería mentirte, pero en mi naturaleza", confesó con sinceridad.

Enid la miró y la abrazó con fuerza.

"Lo sé, pero ahora todo será diferente, me temo que se irá para siempre", susurró con tristeza.

Merlina le dio un beso en la frente.

"Eso no sucederá, porque si lo hace, realmente secuestraré a ese pequeño monstruo", le susurró al oído, como si fuera un secreto.

Enid rió, finalmente había sonreído.

"Eres tan jodidamente tonta, te odio, te amo..."

Merlina sonrío de lado y beso los labios suaves de su colorida rubia.

...

Hablaron muchas cosas y aunque la rubia todavía estaba dolida porque Merlina había ocultado algunas cosas, la escuchó y la entendió.

Cuando salieron de la habitación regresaron a la sala, allí estaba el chico con su hijo pequeño, ambas lo miraron, el chico realmente se veía feliz tratando de conocer a su hijo.

"Lamento todo lo que pasaste y estoy feliz de que finalmente esté con su hijo, aunque me siento un poco triste", confesó la rubia.

"Gracias, agradezco que lo hayan cuidado, como dije antes no pienso llevármelo lejos, siempre estaré dispuesto a que lo vean, además también necesito ayuda", admitió con un poco de pena y tristeza.

Enid sonrió.

"Será un placer ayudarte", le aseguró.

"¿Puedes contarme un poco sobre su historia y cómo es este pequeño llego a ustedes?", preguntó el chico.

Tenía curiosidad por saber cómo habían encontrado a Louis y cómo lo habían estado cuidando desde entonces.

El día pasó, los tres hablaban sin parar, Enid ahora estaba un poco tranquila, conocía más al chico.

...

Todo se sentía bien, Louis le sonrió a su padre por primera vez. Y Enid y Merlina se tomaron de la mano para continuar su viaje hacia el parque.












































Fin...

𝐀 𝐒𝐌𝐀𝐋𝐋 𝐒𝐖𝐄𝐄𝐓 𝐒𝐓𝐎𝐑𝐌Donde viven las historias. Descúbrelo ahora