Después de un rato Enid se apresuró a bañar al pequeño y se llevó consigo las cosas que Merlina había comprado, obviamente está la ayudaría un poco con el agua.
Ella camino hacia la bañera y colocó la pequeña tina dentro, la pelinegra se encargó de vertir la agua tibia, así que Enid por otro lado se encargó de poner las cosas compradas a la par y colocó una toalla morada en su hombro para al terminar secar al pequeño Louis.
En un minuto, Louis estuvo sentado con cuidado en la tina pequeña, mientras Enid lo sostenía con una mano en tu cabeza, parecía estar muy cómodo y facinado con el agua.
"Te veo, ¿eres fanático del agua, heee?", se rió mientras lo enjabonaba suavemente con un paño.
El pequeño tenía sus hermosos ojos azules muy abiertos de felicidad, se reía y salpicaba con sus brazos regordetes el agua, por lo que rápidamente mojó a la rubia que no paraba de reír adorada.
"Ya, JAJA, eres muy adorable, basta", se rió tocando esas mejillas rojas. "Fue adorable, ¿verdad?"
Le preguntó a Merlina esta vez mientras la miraba.
"No", respondió.
"¿Qué? Oh, mejor callate..."
El niño volvió a chapotear y aunque Merlina lo negará, también estaba encantada de verlo, pero no se atrevió acercarse.
"El monstruo hará un reguero cuando hayas terminado y lo limpiarás", susurró con su típico tono.
"Oh, no te preocupes Mer, lo haré", dijo entre risas.
Entonces Merlina sonrió ante eso también...
Enid continúa con el baño, mientras siente la mirada la pelinegra en ella. Lo que la hizo perder el aliento, su corazón latía realmente rápido y sabiendo que Merlina la miraba con adoración de alguna manera eso le gustaba.
"¿Me ayudarás o simplemente te quedarás allí mirándome?", murmuró después de un rato.
La mujer de cabello negro reacciona y la miró enojada, como si la hubieran descubierto y lo hizo.
"Estás loca, no, no", respondió mientras se alejaba un poco.
La rubia la miró rápidamente mientras continuaba sosteniendo al pequeño con cuidado.
"¿Por qué tanto miedo? Pensé que no tenías miedo a nada Addams"
La gótica sonrío sarcásticamente y negó.
"No es miedo, simplemente no me llevo con los bebés" respondió con una sonrisa. "Son asquerosamente adorables y eso no va conmigo"
Después de escuchar eso, Enid se echó a reír, como si fuera la cosa más divertida que había escuchado.
"¿Merlina, lo dices en serio? Digo, me tienes a mí, la persona más adorable y por alguna extraña razón me amas...", respondió con confianza.
Merlina dejó de sonreír.
"Eres tan irritante", suspiró mientras su corazón se aceleraba más.
"Me amas", continuó, y antes de que Merlina le respondiera, Enid volvió a hablar. "¿Puedes sostenerlo mientras hago esto? Quiero lavarle el cabello"
Merlina negó a lo que preguntó y dijo, por lo que la rubia se volteó hacia ella.
"Por favor"
La pelinegra no tuvo escapatoria, suspiró y caminó hacia allí con cierta desconfianza.
Enid con una sonrisa en su rostro le dio algo de espacio. Merlina se puso en cuclillas con ella y lo sostuvo un poco y con cuidado.
No era como si ella misma tuviera miedo, o aparentemente un poco, tenía miedo de no ser tan suave para un pequeño bebe.
"No te preocupes, no pasará nada", le tranquilizó mientras le tocaba la mano, como si supiera que eso era lo que quería escuchar.
La pelinegra no respondió.
Ella todavía lo sostenía mientras la rubia lavaba suavemente su cabello con jabón especial para él. Louis estaba encantado con la pelinegra que lo miraba con disgusto ahora que estaban muy cerca.
"¡No te atrevas, no mojes o te arrepentirás!", amenazó Merlina al ver las intenciones del pequeño, quién con sus manos parecían querer salpicar nuevamente.
La rubia se rió dulcemente y así Louis lo hizo, la mojó... La mojó en rostro y la ropa.
Merlina suspiró enojada, pero después de todo estaba feliz, porque escuchar la risa de ambos la hizo sentir algo diferente, algo muy especial.
"Está bien, eso es suficiente"
"Lo es", respondió la rubia con una sonrisa.
La pelinegra lo tomó en sus brazos cuando Enid colocó la toalla alrededor de él para tomarlo ella en sus brazos.
Después de eso caminaron hacia la habitación, dejaron que tomará luz del sol para secarse y luego comenzó la lucha para mudarlo y para la sorpresa de la rubia, Merlina seguía allí ayudando.
Al final, Enid estaba cansada y sin pensarlo mucho le pidió a Merlina qué se sentará en uno de los sillones y sin entender nada lo hizo, obedeció.
Entonces la rubia dejó suavemente a Louis en los brazos de la chica, el pequeño también parecía estar algo cansado como si el sueño lo estuviera alcanzando, así que se acomodó perfectamente en esos brazos y pecho.
Por otro lado, la gótica estaba asustada y tensa mientras lo sostenía, realmente lo miraba con algo de miedo y disgustó.
"¡Enid, Enid, quítalo, llévatelo!"
"Shhh... No te hará nada, está tranquilo, ¿no lo ves?"
"¡Y a mí qué!"
"¿Puedes quitárlo? por favor", preguntó desesperadamente tratando de eliminar lo que tenía en sus brazos.
La rubia la miró rápidamente, se apresuró a tocar sus manos, era evidente que tenía algo de sueño.
"Oh, vamos será un rato"
"No, quiero tenerlo"
"En serio necesito descansar, aunque no lloro, tenía que estar atenta en la noche, por favor Merrrr", la miró, sus miradas después de tanto se conectaron por un largo tiempo.
Solo vasto con su mirada y escucharla para que ella aceptara, realmente no pensó que Enid, su rubia, estaría tan cansada.
"Está bien, solo un rato", suspiró llena de mariposas raras.
"Gracias", susurró cerca de su rostro.
Ella trató de retroceder, pero luego lo vio besar al pequeño Louis. Y como si no pensara o no le importara mucho, se acercó y besó suavemente su mejilla.
Merlina abrió los ojos y susurró bajo. "Eso... ¿Eso, que fue? Fue, fue... increíble", suspiró mientras la rubia se iba como si nada.
Ella la observó mientras se iba, no podía creerlo. Sus mejillas estaban teñidas de rojo y su corazón se aceleraba, incapaz de saber cómo ocultarse su mirada viajó hacia el pequeño que ya estaba durmiendo.
"No se lo digas a nadie, sé que puedes escucharme pequeño monstruo"
Merlina no se quedó solo un rato con el pequeño en sus brazos, sino que sin darse cuenta sé durmió con él.
Realmente lo sostuvo con cuidado en su pecho.
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𝐀 𝐒𝐌𝐀𝐋𝐋 𝐒𝐖𝐄𝐄𝐓 𝐒𝐓𝐎𝐑𝐌
Short Story❝¿Qué pasará? Cuando en la vida de esas chicas llegue una gran sorpresa. Una tormenta realmente, una pequeña tormenta dulce, una que pondrá su mundo patas arriba❞ "Dejaron a un bebé en nuestra puerta, lo abandonaron", respondió, dándose la vuelta co...