Aprendiendo a vivir juntas

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Enid pov

El primer día aquí no fue como había pensado al principio, aún así no fue tan malo.

Ahora que conocí a mí nuevo amigo; Dedos, me di cuenta de que es realmente una criatura increíble y agradable. Aún así esa chica, Merlina, sigue en mi mente, bueno, no dejo de pensar en su forma de ser.

Fue algo diferente conocerla y sigo tratando de entender su comportamiento remoto, frío y odioso hacia mí.

Es una chica muy diferente, pero no puedo negar que eso es algo que me llama mucho la atención, de ella.

...

Me desperté en mi nueva habitación solo para extrañar a mis hermanos. No era lo mismo despertar con gritos, aullidos y gruñidos.

Nunca pensé que extrañaría eso, después de todo.

Cuando estuve lo suficientemente despierta caminé hacia el baño y cuando salí de allí, estaba lista para tener un día increíble o eso es lo que espero.

Me perfumé toda, me cepillé el cabello mientras me miraba en el espejo, sonreí y caminé hacia la puerta.

Cuando abrí, noté la puerta de color negro, frente a mí.

¿Podría ser qué, está rara chica, ya se haya despertado?

Después de pensar eso seguí caminando y llegué a la sala, tampoco había rastro de alguien. Aparentemente ella no se ha despertado, así que comencé a preparar el desayuno para ambas, obviamente esperando que le gustará el gesto.

Tomé un par de huevos y también tocino para prepararlos. Por otro lado también, comencé a cortar fruta y cuando estuve lista para voltear los huevos, fui ligeramente interrumpida por Dedos que apareció de repente.

Sonreí y él me saludó alegremente.

"Buenos días a ti también", respondí sonriente a su saludo.

Él señaló los huevos. "Sí, están listos, gracias" Y así los saqué para servirlos en un plato.

"No sé qué le gusta a tu amiga, pero espero que desayuné o le gusten los huevos revueltos con tocino", dije señalando los platos en la mesa.

Él rápidamente me enseñó el dedo pulgar, dejándome claro que a la chica si le gustaba ésto.

"Que bien, por un momento me preocupé", reí.

Luego me dijo que no me preocupará entre señas y ofreció su ayuda para preparar el café.

"Por supuesto, aunque por las mañanas me gusta más un fresco de naranja natural o algo mejor"

Mi pequeño amigo no dijo nada y lo vi sacar algunas naranjas.

"También me gusta desayunar, niños revueltos"

Declaró esa voz que me hizo temblar, ni siquiera la vi, ni la escuché entrar.

"¿Qué?", pregunté riendo algo nerviosa.

Por supuesto que había oído bien, pero todavía la miraba esperando su respuesta. Ella solo miró hacia otro lado y caminó.

𝐀 𝐒𝐌𝐀𝐋𝐋 𝐒𝐖𝐄𝐄𝐓 𝐒𝐓𝐎𝐑𝐌Donde viven las historias. Descúbrelo ahora