III

6 2 0
                                    


Habiendo ya sorteado con prisa por las enrevesadas calles y sin contemplación alguna a aquello que enmudecido a la distancia sangraba, podían alejarse preocupándose solo por aquello que posiblemente acechaba espectante ante ellos.

Es curioso cómo puede llegar a relacionarse ciertos eventos aislados sin aparente posible conexión entre las repercusiones. Claro está que esto podría ser aceptado entre risas cansadas como una grosera coincidencia, a menos que las manos insidiosas quisiesen alterar aparentemente en el anonimato la engañosa inalterable cauce del destino, pero ¿Quién podría siquiera llegar a acercarse infimamente a la idea de tal funcionamiento del sistema y cómo este puede llegar a un juego tan cruel?

-Esta casa está bien, tenemos tres horas. Habla niña, ¿Errante o exiliada? -pasó a pregunta mientras mantenía una prudente distancia y trataba de recordar si aseguró las entradas.

Ambas eran opciones a contemplar si eras lo suficientemente perspicaz como para notar la anemia y el sugerente indicio de la mirada de las 100 yardas. Aunque si hablamos de síntomas, es difícil decir algo con precisión respecto a la conducta humana y más aún para alguien como él, quien no se caracteriza por tener una prodigiosa memoria que ayude a proseguir con su errante forma de subsistir.

-N-no entiendo, n-necesito ayuda. Q-quiero agua -Apenas alcanzó a decir mientras observaba la laberíntica ciudad construida sobre sí misma una y otra vez.

Un gruñido rasposo antecedió al suave sonido de la presión sobre el mango de la pequeña hoja, los pasos desconfiados y firmes y el desordenado beber.

-Ahora es tuyo, gestiónalo que no abunda fuente segur-

-A-ayúdame, q-quiero vivir... P-por favor.

Un viejo sueño (En proceso...)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora