「11」 𝔞𝔢𝔤𝔬𝔫

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CAPÍTULO ONCE
aegon
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El amor no es suave como los bardos y poetas dicen

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El amor no es suave como los bardos y poetas dicen. El amor tiene dientes cuya mordida causa heridas que nunca cierran.

Y Aegon no había pedido ser esto: esta horrible criatura de piel agrietada y voz gruñona, pero esta prisión de carne era el único regalo que su madre le dio. Así que estiraría esta piel hasta llenar cada grieta y la usaría hasta que Alicent se arrepintiera de haberlo creado. Su madre lo había hecho una criatura a la que temer.

(Así que témeme)

Pero de entre todo lo que Aegon odiaba, Valerius era la primera persona en la lista. Lo odiaba por no tener el valor de arruinar su lazo de hermandad de una forma grandiosa. Por no romper todas las copas de cristal y quemar la Fortaleza Roja. En vez de eso, su hermano gemelo de cabellos oscuros se hundió silenciosamente en los brazos de una hermosa, venenosa y sanguinaria serpiente de escamas negras. Le negó a Aegon su derecho de derramar sangre, su gran guerra, le negó todo menos una despedida mediocre cuando se fue con Rhaenyra.

Pero Aegon siempre solo había sido capaz de amar a las personas por lo malo, por los secretos en sus manos, solo había amado a otros por los cuchillos a juego detrás de sus respectivas espaldas. Siempre había amado a sus prostitutas por la amargura a la que se aferraban como un salvavidas. Pero a Valerius solo lo amó por lo bueno.

Hasta que probó algo más oscuro, claro.

Puedes quitarle los monstruos al príncipe y quitarle el príncipe a los monstruos. Pero no puedes sacar a los monstruos del príncipe.

A Aegon le habría encantado la delicada forma en que su hermano lo desgarró, le habría sobrecogido su belleza, si no quisiera tan desesperadamente
mantener suave el corazón de Valerius. No todo el mundo debería tener la piel de una cuchilla de afeitar. Aegon creía que su hermano lo entendía.

Esperaba que al menos Valerius lo sacudiera para que él se preocupara por sí mismo, pero sólo podía pensar... que esta era una forma más elegante de deshacerlo.

No era culpa de su hermano que Aegon no estuviera completo, pero dentro de su ruptura había amor, y ahora... Aegon no sabía si podría soportar dárselo a alguien más.

(Su madre lo casó con Helaena, pero él solo se quería a sí mismo en una versión diferente. La mejor versión)

Y Aegon se había vuelto tan bueno en no inmutarse al oír el nombre de su hermano que la gente no sabía que aún se lanzaría con la boca abierta al océano por la oportunidad de ahogarse en algún lugar donde Valerius pudiera verlo.

Resentía a su hermano y por defecto, resentía aún más a esos mocosos Strong.

( ¡LADRONES! )

Enfurecer a Jace era quizás una de las cosas más fáciles de hacer. Era incluso peor que Aemond. Un par de comentarios insinuantes sobre él y su prometida hicieron que Jace se pusiera furioso y se levantara bruscamente. Cuando Aemond también se puso en pie, con la irritación aún patente en el tic de su ojo, Jace se volvió para brindar por sus tíos.

Aegon se mordió la lengua para no reírse.

Era una bendición que todos estuvieran ocupados en sus conversaciones triviales como para darse cuenta de que su hermano y él se estaban mirando con intención delante de toda la familia. Y cuando Aegon pensaba que por fin se estaba volviendo loco por la falta de vino en su lengua y la interminable y aburrida charla a su alrededor, oyó una suave risita. Su mirada se posó inmediatamente en el extremo de la mesa, donde Luke intentaba contener la risa, mirando fijamente hacia delante.

Aegon no tardó mucho en adivinar de quién se reía su sobrino: en realidad, no había nadie más. Lo siguiente que supo fue que la mesa temblaba, con el ruido de los cubiertos y los cuencos, y que su hermano estaba de pie, con una copa de vino en la mano.

En los ojos de Aemond había un destello de ira. Aegon contuvo la sonrisa de su rostro. Siempre podía contar con Aemond y su temperamento para hacer las cosas emocionantes.

Cuando Aemond pronunció su tributo, Aegon no pudo evitar levantar también su copa, con una amplia sonrisa. Jace ya estaba de pie, furioso, con los puños tan apretados que Aegon pensó que iba a explotar. Su sobrino era predecible; nunca le había gustado que lo llamaran chico fuerte desde que eran niños a pesar de saber la verdad. Era así de mojigato.

—Te reto a que digas eso otra vez—dijo Jace apretando los dientes.

—¿Por qué? Sólo era un cumplido—murmuró Aemond. —¿No te crees fuerte?

Aegon sonrió. Sabía que se avecinaba (probablemente todos lo sabían), así que se volvió hacia Valerius, que se puso en pie a toda prisa, mientras se oía el dulce y familiar sonido de un puño chocando con la carne. Sólo había ira en los ojos de su contraparte oscura mientras se acercaba a la pelea.

De alguna manera recordó las palabras de su madre. Debes proteger a tu hermano. Aegon realmente preferiría sentarse y mirar, pero no pudo evitar meterse él mismo en el caos. Su cuerpo se movía por sí mismo.

Tanto la ira como el arrebato crepitaron en el pecho de Aegon cuando se encontró con Valerius a mitad de camino. Agarró a su hermano por los hombros y lo estrelló contra la mesa.

Todos se agitaron, gritando que se detuvieran.

(Valerius era suyo, maldita sea)

Aegon no oía nada, con la mirada clavada en el cuerpo que se retorcía bajo él. Se inclinó y le susurró al oído.

—Ya te extrañaba.

Sintiendo que una mirada lo atravesaba, Aegon giró la cabeza. Aemond lo miraba como si los hubiera oído; miraba fijamente a Valerius, que le pegó un puñetazo a Aegon en cuanto pudo para quitárselo de encima. Había un destello de oscuridad en los ojos de Aemond, hirviendo a fuego lento como el alquitrán. Aunque Jace y Luke seguían allí y Aemond apartó la mirada de mala gana para empujar a sus sobrinos al suelo.

Alguien apartó a Aegon de un empujón, y sólo se dio cuenta del calor que sentía en las extremidades cuando de pronto todo le pareció frío mientras retrocedía tambaleándose. Baela estaba lista para abalanzarse sobre él, con el puño preparado, pero Rhaena intervino antes de que pudiera hacerlo.

Aegon se limitó a sonreír con desprecio.

BREN'S NOTE: ay, aegon neta que los odia

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BREN'S NOTE: ay, aegon neta que los odia. es un odio jarocho.

SNOWMAN | Rhaenyra Targaryen ✓Donde viven las historias. Descúbrelo ahora