「15」𝔣𝔦𝔯𝔢

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CAPÍTULO QUINCE
fuego
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╔══════════╗ CAPÍTULO QUINCE fuego ╚══════════╝

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Todos los Hightower estaban mal de la cabeza.

Claro, Rhaenys ya lo sospechaba, pero los eventos que estaban tomando lugar en el tablero de poder solo había confirmado aquel pensamiento. Primero con aquel engendro usurpador, luego con el tuerto (asesino) matando a Lucerys de forma despiadada en el aire y ahora con Valerius volando junto a ella.

Oficialmente este era el primer acto de guerra en el que participaba el príncipe oscuro, pero Rhaenys sabía la verdad: había sido el alguna vez apacible Fuegohielo quien quemó algunas torres de Bastión de Tormentas varias semanas antes. Desde la muerte de Luke, el rey regente de los Negros había perdido un poco la cabeza en un sentido en el que Rhaenys estaba familiarizada.

(Sus dos hijos calcinados)

Valerius era paranoico con sus hijos, cruel con los enemigos y un demente para Rhaenys.

Meleys volaba tranquila como siempre y a su lado, en movimientos tensos y militares se movía Fuegohielo con Valerius a cuestas. Las escamas grisáceas del dragón brillaban ligeramente con la luz del sol, pero nada lograba opacar la magnificencia de su jinete. El muchacho Hightower portaba una armadura negra con un dragón tricéfalo formado con esmeraldas en el pecho y una corona color marfil en la cabeza decorada con esmeraldas.

Su corto cabello oscuro se agitaba en el viento mientras sus manos enguantadas con cuero se mantenían aferradas a su silla de montar. El único dragón realmente experimentado en batallas era Vhagar, pero a Valerius no le importaba y a su dragón menos. El propósito de su comitiva era montar defensa contra los Verdes en Reposo del Grajo, pero Rhaenys sabía en lo profundo de su ser que Valerius buscaba ser un dios entre los hombres.

Era una burla para Los Verdes con el atuendo que había elegido para luchar.

Negro por su facción.

Blanca corona para oponerse a la negra de su hermano.

Verde por la facción en la que había nacido.

Y Valerius Targaryen deseaba la venganza.

Venganza contra aquel que hizo un festín por la muerte de Lucerys.

Contra el Matasangre que hizo llover el fuego sobre campesinos para después tomar como amante a una bastarda Strong.

(¡Hipócrita!)

Las guerras entre hermanos siempre han sido amargas solía murmurar Helaena, pero esto era más que eso.

Eran los frutos del abandono.

La batalla empezó siendo un juego de niños con el fuego lloviendo sobre los hombres y suministros del enemigo. Pero de entre el polvo y la miseria emergió Vhagar con un poderoso rugido; terrorífico, incluso para Rhaenys, esta criatura de la Vieja Valyria.

Rhaenys se agarró con fuerza a las riendas y encaró a Vhagar, claro, hasta que escuchó puntualmente un grito por parte de Valerius. La mujer elevó la mirada solo para evitar por poco ser arrollada por Fuegosol. Un grito quedó atascado en su boca al darse cuenta de que el dragón dorado casi le rebanó el ala a Meleys.

— ¡Dracarys! — escuchó a Aegon y Meleys apenas logró inclinarse a un lado, saliendo fuera del rango del dragón. Vhagar descendió sobre ella, pero Fuegohielo escupió fuego sobre la colosal bestia, distrayendo a Aemond momentáneamente y dejando que Meleys cerrara sus fauces sobre Vhagar.

A su lado, Valerius comenzó a ordenar a Fuegohielo que se elevara para evitar lo que probablemente se convertiría en una batalla entre Aemond y Rhaenys, pero como era de esperarse, Aegon siguió a su hermano. Ninguno de los Negros esperaba encontrarse con un dragón, mucho menos con dos.

Los habían emboscado.

El dragón plateado de Valerius giró rápidamente, dejando que Aegon ganara terreno, y el platinado tomó la oportunidad mientras Rhaenys hacía sus propias maniobras en el aire. Fuegosol chocó contra su pareja, y se convirtieron en una masa de dientes, garras y rugidos a la par que descendían hacia el suelo.

— ¡Tu Rey te ordena volver! — gritó Aegon por encima del ruido del viento —. Tu hermano te lo suplica.

La cabeza de Valerius se volvió en su dirección.

— ¡Yo solo conozco una Reina! — exclamó con ojos centelleantes, como un relámpago púrpura fracturando el cielo. — ¡Y tú no eres mi hermano!

(Las manos del sol y la luna entrelazadas en sus cunas y en sus primeros años, la amorosa luz del sol buscando a la luna con un amor no correspondido y la frialdad vengativa de la luna reflejando todo ese amor con fuerza vengativa)

—¡Dracarys! —Valerius gritó con la fuerza de mil lunas, ardiendo de dolor y resentimiento por la niña que nunca pudo sostener en brazos y por el pequeño niño de rizos oscuros que perdió antes de tiempo. El suelo estaba cada vez más cerca.

Valerius se dio cuenta demasiado tarde de que Fuegosol estaba haciendo lo mismo que Fuegohielo.

Dracarys

Su dragón plateado giró sobre su propio eje y cerró sus fauces sobre el cuello de Fuegosol. Las manos del pelinegro se deslizaron fuera de las correas de cuero y sus piernas se doblaron mientras rodaba cuesta abajo sobre el lomo de Fuegohielo.

Ardientes lenguas de fuego le lamieron la espalda justo antes de comenzar a descender por los aires en caída libre. Distinguió vagamente la figura roja de Meleys cayendo del cielo y algo verdoso volando cerca de su cuerpo al mismo tiempo que sus oídos resonaban con un pitido irritante. El viento lo envolvió cual estrella fugaz aun con la espalda ardiendo en llamas.

Entró y salió del mundo de los sueños, sintiendo manos abajo de él, arrastrándolo, y dolió aún más que la pérdida de Visenya y Lucerys juntos. Estaba seguro de estar gritando hasta el tope, llorando por su madre como un niño, pero su boca permaneció cerrada como si estuviera cosida.

—Valerius —escuchó el muchacho en su oído, y fue la primera cosa que no le hizo sentir dolor inescrutable en su cuerpo. Débilmente abrió los ojos y trató de enfocar su visión. Era difícil determinar qué estaba pasando, pero la visión divina de Rhaenyra llorando sobre su rostro fue un ancla entre la vida y la muerte. —Bestia, quédate conmigo. Por favor.

Tan similar y diferente al primer encuentro entre ambos.

Lágrimas saladas dando vida y trayendo felicidad al mundo los unieron.

Pero esta vez sólo hubieron lágrimas y olor a carne quemada.

BREN'S NOTE: el próximo capítulo será de jace y ufff, luego se viene uno de alicent

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BREN'S NOTE: el próximo capítulo será de jace y ufff, luego se viene uno de alicent. ¿qué opinan? todo esto ha sido bastante intenso

SNOWMAN | Rhaenyra Targaryen ✓Donde viven las historias. Descúbrelo ahora