Capítulo 30

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La puerta de la sala de descanso se abrió de golpe dejando pasar a tres rubias gritonas -abuelitooooo -Fugaku levantó el rostro con cansancio, desde que sus nietos comenzaron a llegar, su casa se había hecho demasiado ruidosa -¿qué sucede niñas? -las pequeñas brincaron sobre él -nuestros papis nos dará un nuevo hermanito -los ojos del azabache se abrieron demasiado, Mikoto se asomó -pe… pero ya son cinco ustedes -la pequeñas gritaban emocionadas jalando a su abuelo -abuelita Kushi quiere muchos nietos, es divertido ttebane -las risas se escuchaban con fuerza, Sasuke entró en ese momento, error, en silencio comenzó a caminar hacia atrás, sus sobrinas levantaron el rostro, lo ubicaron, se levantaron, corrieron sobre él -tío Sasuuuuu kyaaaaaaa, es tan serio y guapo ttebaneee -el azabache negaba tratando de quitarlas, volteó con sus padres, estos reían divertidos -a… ayu… ayudaaaa -las pequeñas jalaron de él hacia el jardín, las trillizas tenían doce años, estaban por graduarse, su tío eternamente soltero era quien pagaba sus travesuras, Shisui se había casado con una chica ajena al clan, su nombre era Ayame, Naruto casi muere de un infarto el día en que se enteró, amenazó a su cuñado de todas las maneras que pudo encontrar, pero le hacía feliz emparentar con su nee-chan, la Ichiraku era casi una hermana para él.

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Minato explicaba con calma los kanjis de fuinjutsu a sus nietos mayores ken y Tomoyo, y a sus gemelos, tenía una pequeña escuela en su sala, Kushina los veía con adoración -Naruto está de nuevo en cinta -el rubio kage levantó el rostro con terror -pero ya son cinco -sus hijos y nietos sonrieron enorme emocionados -¿qué tiene?, recuerda, lo prometió, dijo que nos daría muchos nietos para mimar -el rubio más tranquilo sonrió -es verdad, es fantástico cariño, sensei y Tsunade-san se pondrán contentos -ambos se sonrieron cómplices, los mayores se habían ido a su viaje de bodas, por fin la rubia después de tantos años había caído en los encantos del sannin, eso o descubrió el cuerpo de infarto del sannin de los sapos mientras lo cuidaba en el hospital -abuelito, ahora sí podrás fundar una escuela de fuinjutsu -todos rieron en la sala.

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Alerta lemon

-Per ahh pervertido ahhh -el azabache estaba debajo del escritorio Hokage, al final el pequeño aceptó la propuesta de su marido y papá, ser Hokage, también era su sueño, la aldea lo aceptaba y no tenía un clan que guiar -shhhh te escucharán -Naruto mordía sus labios, la puerta sonó, el azabache lo pegó más al escritorio para evitar que los descubrieran -que fastidio rubio, te traigo las propuestas de los embajadores, habrá una nueva cumbre en unos días -el azabache lo vio con cuidado -¿estás drogado?, te ves extraño, problemático -el rubio despertó -no digas estupideces vago ttebayo, sólo tal vez me dormí un poco -el Nara negó con diversión -aja, te dejó para que trabajes, claro, trabajar -el pequeño se puso demasiado rojo, no por las palabras de su amigo, sino porque el pervertido de su marido no paraba de hacerle una felación, en cuanto la puerta se cerró, con difícultad levantó un sello de privacidad -aaaaaahhh -se derramó en su boca, podía sentir como seguía chupando, el azabache sonrió divertido mientras limpiaba su boca con su lengua -tan delicioso como el primer día cariño, bien, debo irme, sólo vine a probarte -

El rubio lo detuvo de la mano, jaló de él -no te atrevas a dejarme a medias ahh -Itachi sonrió arrogante, jaló de él para sentarse en su lugar, lo subió en sus piernas -atiendete cariño, quiero verte -el rubio se sonrojó a otro nivel, pero lo deseaba, con una sonrisa subió sobre sus piernas, bajó un poco su propio pantalón y el de su marido liberando su enorme miembro. El Uchiha se había salido con la suya, consiguió a la persona que él eligió como el amor de su vida, no hay un día en que se arrepienta de sus acciones, desde ese día en el callejón lo había decidido, su pequeño amor sería suyo, su clan, la aldea, el mundo ninja no serían suficientes para separarlos, ahora su felicidad y su familia es lo que los guíaba.

Fin

Mi acosador (Itanaru)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora