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•Pov Amelia

me remuevo con cuidado en la cama antes de abrir mis ojos y darme cuenta que todo fue un sueño

bromita

tenía al hombre más lindo del mundo a mi lado, durmiendo plácidamente , me acerco a él y le acaricio la mejilla analizando cada una de sus facciones

—se que estás despierto —le digo cuando veo como intenta disimular la sonrisa que quiere salir de sus labios

abre un ojo antes de abrir el otro

—te vez muy bonita recién despertando —me dice apenas abre sus dos ojos

yo me acurruco en su pecho y él comienza a hacerme cariño en el pelo mientras que con su otra mano me daba leves caricias en mi espalda desnuda 

—debo de volver a España hoy en la noche —me dice y yo elevo mi mirada para verlo

punto importante, se me había olvidado que yo seguía viviendo en París y el en Barcelona, yo debía de volver a Francia mañana pero aún así ¿que iba a pasar?

—que... qué quieres tú? —le digo refiriéndome a nosotros y él no se la piensa ningún segundo antes de responder

—estoy seguro que no quiero volver a alejarme de ti Amelia, nunca mas

por un segundo tuve miedo de lo que iba a responder, que era algo de una noche y ya está, pero no lo hizo y eso me alivia de una manera increíble porque o si no me hubiese dejado rota en mil pedazos

el me mira con esos ojos brillosos que tanto me gustaban antes de darme un beso en los labios,

que es interrumpido cuando me acuerdo de algo, no habíamos usado protección

pedri al ver mi cara de susto me mira confundido

—qué pasó? —me pregunta y yo me siento de la cama de un golpe

—no usamos condon pedri

me hubiese reído en otro momento al ver la cara que me pone pedri, pero en otro momento! No en este!

como se nos pudo haber olvidado? que va, nunca iba a pensar encontrarme a pedri acá en new york y que nos reconciliemos

—vamos a tener un bebé? —me pregunta asustado y yo niego rápidamente— venga, no puede ser, en el sueño que tuviste teníamos una casa, aún no la tenemos así que no nos adelantemos

yo le tomo de los hombros al verlo tan desesperado

—pedri, no tendremos un bebé, si tomo la pastilla del día después no debería de pasar nada

—y donde la puedo comprar? —me pregunta poniéndose los boxer de manera acelerada, me levanto de la cama y le tomo de las mejillas para que me mirara

—relájate primero, duchémonos y luego vamos a la farmacia

el asiente antes de cubrirme con la sabana diciéndome que por el ventanal me podrían ver

—vamos a la ducha entonces

Me toma en brazos para después llevarme corriendo a la ducha

¿Destino o casualidad? - pedri González Donde viven las historias. Descúbrelo ahora