Capítulo 1

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-¿Puedo ir contigo? -el azabache la vio por un segundo, sonrió, negó lentamente -es un viaje que tengo que hacer solo -la chica bajó su mirada con tristeza, Sasuke levantó dos dedos, golpeó ligeramente su frente -tal vez para la próxima -Sakura sonrió linda con un enorme sonrojo, Naruto los veía a la distancia con tristeza, sentía que sobraba en ese lugar, por eso no se había unido al grupo para despedir al Uchiha, tenía que aceptar que nunca tuvo una oportunidad con su amiga, era decepcionante haber estado a su lado todo este tiempo y no haber recibido ni una sola mirada de ese tipo, ni una mínima esperanza podía sentir, su corazón se estrujaba al ver la mirada añorante llena de ilusión de Sakura, se recargó en un árbol con fastidio, respiró hondo tratando de relajar su mente, podía sentir sus ojos comenzar a humedecerse, una sensación de asfixia lo abrumaba.

Giró su mirada, vio detenerse al Uchiha, se obligó a tragar esa sensación de derrota y opresión que no lo dejaba -¿te ibas sin despedirte? -Sasuke lo observó un momento -volveré en algún tiempo -Naruto mostró una de sus tantas sonrisas practicadas -te estaré esperando -el Uchiha sonrió levemente, asintió, continuó su camino sin mirar atrás, pero el rubio no se movió, continuó observando su espalda retirarse, cuando ya no fue visible, simplemente veía a la nada, mordió su mejilla pensando qué sería de él, tal vez debía sacar a la chica de su corazón, pero ¿cómo? -caminó de regreso a la aldea marcando registro en la entrada, metió su mano en su pantalón con frustración, mientras avanzaba tenía que fingir sonrisas y saludos a los ahora amables aldeanos, forzaba su rostro con dolor, sólo quería descansar y pensar que haría con sus sentimientos.

Al llegar a su nuevo departamento simplemente se dejó caer en su cama, mientras observaba un punto en su pared con detenimiento recordaba a su Ero-sennin, el amor tan inmenso que tenía por su abuela, tanto que dejó de lado su corazón porque ese le pertenecía a la rubia, se entregó a los placeres del cuerpo, ahogaba sus sentimientos en sus parrandas para sentirse mejor, levantó el rostro levemente al recordar ese punto, tal vez él podría, mordió sus labios, si lo reconocían se metería en problemas con su amiga, abrió sus ojos bastante, ¿por qué tendría que importarle con quién se mete? se levantó con algo de pena, observó su apariencia, se veía desalineado, nunca había prestado atención a su imagen, mordió sus labios, usó un henge, caminó fuera de su departamento hacia la zona centro de la aldea, observó con cuidado las tiendas de ropa, entró a una de shinobis, observó con cuidado los estantes uno a uno, obtuvo algunos cambios y salió, quería ropa para salir y divertirse, con la ropa shinobi sentía que no conseguiría chicas.

Se paró frente a una tienda civil, entró con cuidado, en cuanto piso el lugar observó una playera naranja claro un poco suelta y desenfadada, no tenía logo alguno, sonrió, la tomó, un poco adelante encontró unos pantalones pegados en color negro, se veían modernos como esos que usaban los chicos en la televisión, traían un par de ligeras cadenas de cada lado como decoración -se vería genial una pulsera para chico con la ropa que llevas amigo -el Uzumaki giró su vista hacia el chico que vendía la ropa, sonrió sosteniendo el brazalete negro con el logo de la hoja en él, pagó y salió directo a su casa, se dio una ducha rápida, se vistió y peinó su cabello hacia atrás, un cabello rebelde caía por su frente, había quitado su banda ninja, levantó sus dedos en un henge eliminando sus marquitas, se observó con cuidado, estaba seguro que sus conocidos no podrían ubicarlo, sonrió divertido.

Tomó dinero dejando su billetera de sapito totalmente reconocible, lo colocó en un sello en su mano que su Ero-sennin le había hecho para guardar sus cosas, salió de su departamento y respiró hondo, muchas veces acompañó al sannin a sus noches de juerga, no se sentía intimidado, camino con tranquilidad al barrio rojo y sonrió con diversión, entró en un bar en el que se veía mucha gente, se sentó en una barra pidiendo una botella de sake individual, observaba con cuidado a la gente bailar, una chica castaña se sentó a su lado, sonrió divertido, tal vez la idea de su Ero-sennin no estaba tan perdida.

…..

Se dejó caer en su cama con cansancio, eran las cinco de la mañana, había bebido toda la noche, gracias a kami la chica traía condón, debería comprar un paquete, bien se lo dijo su padrino, todo con protección, no debía dejar hijos regados por el mundo, se levantó y entró en su bañera, deshizo el henge con una sonrisa divertida, había perdido su virginidad con tremenda mujer, tal vez podía regresar el siguiente fin y buscarla, sonrió como idiota mientras se bañaba, hoy tocaba sesión de estudio con Shikamaru, quería evitar a toda costa a la pelirrosa, ahora que había acabado la guerra ella entró al cuerpo médico del hospital a tiempo completo.

Cuando estuvo listo salió corriendo con un pan en su boca, se había sentido tan bien y tan relajado que le había encantado, ahora entendía porqué su Ero-sennin lo hacía, era un escape de la triste realidad que era su vida, no dejaba surgir su soledad y esa opresión de desdicha en su corazón.

Probando algo nuevo (Itanaru)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora