Probando algo nuevo (Itanaru)

Capítulo 10

-Chicas, lo lamento, me han ordenado alejarme de la fiesta, ya saben -la cara de sorpresa y tristeza se reflejaba en sus rostros -pero ¿por qué? -Naruto se dejó caer en el sofá del bar, junto a él estaba Itachi -la Hyuga loca que les conté aquel día, inventó que abuse de ella -las chicas endurecieron el rostro -hija de puta, maldita mimada -Itachi sonrió con algo de maldad -saben, podríamos ayudar un poco a Naruto, los Hyuga me causan bastante molestia, en especial esa loca -las chicas sonrieron, sabían que algo había entre ambos, habían visto sus miradas y coqueteos aquel día, los vieron desaparecer juntos, asintieron dispuestas a ayudar -claro que haremos lo que sea por Naru-chan -Naruto sonrió divertido -es simple, sólo debemos contar la triste historia de Naru-chan con esta loca -Naruto afiló la mirada con molestia -no hay historia -el Uchiha susurró en su oído, apretando su pierna con descaro e insinuación convenciéndolo, el rubio asintió demasiado rojo haciendo reír a las chicas.

….

-Me gustas más sin el henge pequeño -el rubio se puso rojo -salamero, gracias por sacarme de mi departamento, esos libros podían desmayarme en cualquier momento -Itachi sonrió también con un henge sobre él -si usas tantos clones, es normal el cansancio -el pequeño sonrió -puedo usar miles para el combate, pero unos cuantos para estudiar, pueden matarme -el azabache negó con diversión -ayúdame a escoger ropa, ves que tengo dos cambios y es un fastidio -Naruto sonrió -¿puedes comprar un traje de estríper?, muero por un baile de esos -

Itachi lamió sus labios -¿usarás braguitas con encaje? si es así, puedo pensarlo -el rubio lo vio con sorpresa -yo creyendo que yo era el pervertido -ambos sonrieron divertidos, Itachi lo abrazó del hombro con descaro obligándolo a abrazarse a él como si fueran pareja oficial, los henges los cubrían. El rubio mordió sus labios reprimiendo una sonrisa boba, pero su rostro no mentía, disfrutaba estar así con el azabache, disfrutaría lo que parecía ser una cita.

Entraron a una tienda de ropa, donde el Uchiha eligió varios atuendos, mientras Itachi se probaba algunos cambios, el rubio escuchó -¿escucharon?, la heredera Hyuga quiso atrapar a Naruto-kun con engaños, dicen que inventó que había abusado de ella, pero las pruebas demuestran lo contrario, hay testigos -las chicas negaban con terror -yo la he visto en distintas ocasiones espiándolo, vi como amenazó a unas chicas del grupo de fans de Naruto-kun, dijo que las hundiría, ya sabes, su familia es poderosa -la chicas negaba con impresión -es por capricho, deberíamos ir a la torre a declarar lo que hemos visto, tal vez ayude en algo a Naruto-kun -las chicas asintieron, salieron del lugar, Naruto sonrió divertido -al parecer tu pequeña travesura está dando frutos -el rubio sonrió -fue tu idea genio -el pequeño entró en él  al cambiador con sigilo dejando un clon suyo afuera, abrió sus ojos con sorpresa, el azabache estaba sentado con su pantalón abierto esperándolo -tardaste, ven aquí -el rubio hipnotizado avanzó, el Uchiha era demasiado sexy, se hincó frente a él, comenzó a acariciarlo, a perderse en el Uchiha, acarició su miembro sobre el pantalón con deseo, abrió el boxer, tomó su miembro acariciándolo suavemente, sus gemas veían su rostro disfrutar, no esperó más, lo metió en su boca.

…..

-Aaaaaahhh -el rubio fue azotado en la pared de una calle, Kiba había gritado furioso al estrellarlo, las manos de Kiba lo sostenían del cuello -¿cómo pudiste? ¿cómo te atreviste a tocarla? -Shino los observaba a ambos, tenía sus dudas, pero la lógica lo llamaba. Naruto veía con su mirada gris y afilada a Kiba -te diré lo que le dije a ella, vete… al… carajo, maldito loco -los ojos de kiba y shino se abrieron bastante -nunca la toque, nunca me ha gustado, ¿por qué demonios lo haría?, me he metido con chicas mucho mejores que ella, ¿qué caso tendría?, tu maldita amiga está loca, si dudas de mí, puedes hablar con tu adorada sensei, ella estuvo en el maldito careo -la mirada de kiba se veía llena de duda.

Shino negó con tristeza, ya se lo imaginaba -tu mejor que nadie debes saber de la obsesión de tu adorada amiga, ese día en la reunión no soporto escuchar que me metía con otras chicas, al final me pidió una cita y la rechacé, ¿entiendes? ahora suéltame, no rogaré porque me creas, no me interesa, te di una explicación porque todos estos malditos años te consideré mi amigo, pero si no me sueltas, se me olvidará que lo eres -la mirada del rubio no mentía, no se veía duda, confusión, miedo, simplemente había amenaza, el instinto de kiba gritaba que lo soltara, aflojó el agarre y lo dejó bajar.

-Gracias, deberías hablar con ella, tu olfato siempre ha sido excelente, sabes cuándo alguien miente, ni siquiera su maldito padre le cree, eso era bastante claro después del careo, no me demandaba para meterme a la cárcel, quería que me casara con ella, eso no tiene lógica, ahora me largo -el rubio se dio la vuelta dejando a sus dos amigos atrás, kiba sabía que era verdad, pero era su amiga -ya sabíamos esto kiba, Hinata las últimas semanas estuvo con la mirada perdida, tú mismo dijiste que algo se traía entre manos, seamos lógicos -kiba asintió con tristeza, la mano de Shino acarició su rostro con cariño, él la tomó y la apretó a su rostro -vayamos a caminar para que te tranquilices -el Inuzuka se dejó calmar por su pareja, estaba shockeado aún, confundido, no sabía qué pensar.

….

Hinata veía a la nada sentada en su mecedora, todo le había salido mal, su padre no le hablaba desde aquel día, no había visto a Naruto porque la tenían encerrada en su habitación, la puerta se abrió, Hanabi la veía con atención, su mirada era afilada -¿cómo te atreviste a ensuciar nuestro apellido de esta forma?, toda la aldea habla de tu maldita mentira idiota -la heredera entrecerró los ojos -tú no sabes que se siente amar a una persona durante toda tu maldita vida, que de la noche a la mañana se haga un maldito mujeriego y aún así, te rechace, no te metas en mi vida -la menor se acercó, con el dorso de su mano golpeó el rostro con fuerza de la chica -eso no es amor maldita loca, estás obsesionada, ahora que has dañado la imagen del clan, no saldrás de este maldito lugar. Naruto-san hizo bien en rechazarte -Hinata abrió sus ojos con coraje sobando su mejilla, observó como su hermana cerraba la puerta y se largaba dejándola en el suelo, afiló su mirada.