Esa la primera vez que escribo este tipo de contenido, así que perdón si no es muy bueno. 😿
El separador que se usará en este capítulo en el principio y fin del smut será este: ༺♡༻ Perdón por el separador tan mierdas, pero no encontré otro. 👺
Ahora sí, disfruten del capítulo!
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Pov Narradora:
Después de aquella celebración en la feria y de muchos ruegos a Vegetta, este finalmente accedió a hacer una fiesta en su casa.
Todos estaban dirigiendose a la casa del oji morado, mientras que el y Rubius iban por bebidas alcohólicas a la tienda.
La mayoría empezaba a embriagarse y a consumir otras sustancias y Quackity no era la excepción.
El azabache ya llevaba 2 vasos de limonada con vodka y un azulito, pero sorprendentemente aún estaba consciente de lo que hacía y decía.
Luzu estaba sentado en un sillón que estaba en una esquina de la casa con un vaso en mano, el de máscara llegó caminando tambaleante a dónde este se encontraba.
— LUSUUU ¿CÓMO ESTAS? — Dijo mientras abrazaba empalagosamente a su contrario — Hola Quackity —.
El menor agarro las mejillas del oji rubí abruptamente haciendo que este se sorprendiera de sobremanera.
Junto sus labios con rudeza formando un beso que desde el principio tenía otras intenciones y esto fue notado por Luzu, sin embargo no se molestó.
༺♡༻
Pasaron unos minutos desde que iniciaron aquel beso y el de cicatriz ya estaba sentado encima del mayor mientras besaba su cuello con rudeza.
Soltaba varios gruñidos y jadeos de satisfacción.
En la poca cordura que le quedaba le susurro en el oído a Quackity — Vamos a mi casa, aquí no es lugar para hacer esto —.
Dicho esto ambos salieron de la casa del peli negro sin despedirse de nadie, ya estaban lo suficientemente necesitados como para consentrarse en eso.
Al llegar a la casa y cerrar la puerta Luzu cargo al menor para llevarlo a su habitación.
Lo aventó con rudeza a la cama y empezó a dejar besos en su cuello que obviamente dejarían una muy notoria marca.
Quackity empujó levemente al oji rubí y quitó su gabardina aventandola a un rincón de la habitación, estaba seguro que el castaño estaba lo suficientemente ebrio para no fijarse en sus cortadas, Oh, que equivocado estaba.
Evidentemente este las vió, sin embargo no era el momento indicado para preguntar por ello.
— Antes de nada, ¿Estás seguro de esto? — Pregunto el castaño, el de cicatriz solo rio levemente, quitó su máscara y agarro el cuello de Luzu para besarlo con intensidad.
