Our last summer

Chapter number 3

Un libro abierto.

La mejor madrugada de mi vida.

Realmente, ¡nunca me había reído tanto! Ni siquiera con Padfoot, Prongs o Moony. 

Con Ginny recorrimos todo el hotel Hogwarts, de arriba a abajo y nos reíamos de las idioteces que decía el otro. Era fácil entablar conversaciones con ella, siempre tenía temas para hablar. 

-Entonces, Harry. Dime por qué estabas en la recepción a altas horas de la noche- Ginny se había sentado en el césped del gran patio que había al frente de la orilla que daba al mar.

Me senté junto a ella.- Preguntaba por el gimnasio y sus horarios- Ginny arrancaba pedazos de pasto y los dejaba sobre mis piernas.

-¿Vas al gimnasio? No pareces de los tipos que van gimnasio. 

- No parece que vaya al gimnasio, porque no voy al gimnasio, Gin. - La pelirroja sonríe al escuchar cómo le digo.- ¿Qué ocurre? 

-Nada, simplemente, nadie me dice Gin. Me gusta que me digas así, Potter. 

Dime Potter una vez mas y no tendré problema en subirte arriba mío y besarte hasta mañana. 

-Entonces, si no vas al gimnasio, ¿para qué preguntaste los horarios?.

-Hago natación, debo mantenerme en forma- Ella me mira con cara confundida. 

-Por eso tienes la espalda tan ancha- me sonrojé. Se había fijado en mi espalda.- Te dije que no parecías ir al gimnasio por eso. Los gym rat son rectangulares, no triangulares. 

-¿Triangulares? 

-Ya sabes- Ginny miraba el mar- Hombros a la misma altura de la cintura. Tu s hombros son anchos, lo que no es usual en los gym rat. 

-Interesante. Igualmente, los músculos no me benefician mucho en natación, no me conviene ir al gym. 

-Entonces por qué mierda jodiste a la ancianita y le coqueteaste a la rubia- Ginny tenía el entrecejo fruncido y me fue imposible no reír.   

-Porque también hago gimnasia artística.- Se ceño se suaviza y vuelve a sonreír con su sonrisa típica.

-¿Y por qué haces dos deportes tan opuestos? ¿No te hace mal al cuerpo?

-Mi madre siempre me obligó a hacer deportes, principalmente por mi salud. Pero yo de pequeño era muy flacucho, y un idiota en el colegio me molestaba, ya sabes, lo que pasa en todas las escuelas primarias a los niños mas indefensos. 

-Ajá, la típica.- Ginny asentía.- Como en las típicas películas americanas donde el indefenso se transforma. 

-Exacto, solo que yo no soy americano, I'm an English man. 

-De acuerdo, puedes continuar. 

-Nunca dije nada; ni a mis padres, tías, a nadie. Y un día le dije a mi padre que quería empezar un deporte. Hice boxeo, rugby, football, y todo lo que se te ocurra. Un día, cuando tenía 10 años, Marli, Dora y Mamá me llevaron a una clase de gimnasia.

{Al principio no quería, porque siempre lo había asociado con un deporte de niñas. Pero luego me enamoré del deporte. Eso me gustaba. Me encanta hacer gimnasia, no solo lo practico por los músculos.}

-Los deportes no tienen género, Gafitas, deberías saberlo.- Sonreí.

Gafitas.

-Lo se, Pelirroja. Pero antes no.