Our last summer

Chapter number 8

La dulce melodía del amor.

Ginny's pov 

Estaba por irme de la piscina, ya me había cansado de tomar sol. No quería seguir esperando a Harry, se estaba tardando demasiado. 

-Espérame un segundo mas, Gin. Tuve un pequeño inconveniente. Me pongo algo de ropa y bajo en seguida. 

Me mando una foto. La abrí y mierda.

Una foto de su espalda, mientras estaba entrando a la ducha. Su cara estaba sucia por la pintura que le había puesto en el juego. 

¿Qué mierda se supone que debo responder a eso? Me había quedado completamente muda, mientras mi cerebro controlaba a mi cuerpo para no ir corriendo a su departamento.

My brain wasn't braining. 

No pude responder nada, ya que casi de inmediato llegó otro mensaje.

-A demás, tu me debes algo, y quiero reclamar mi premio el día de hoy. 

¿Qué? 

Le mandé una foto de mi cara con el ceño fruncido, haciéndole entender que no entendía de qué hablaba.

-Ahora bajo, espérame ahí. 

Ya eran las siete de la tarde, y no había nadie. Yo simplemente disfrutaba del ultimo rayito de sol mientras las dulce voz de Paul Anka ingresaba a mis oídos con la famosa canción Diana. 

-No sabía que te gustaba la música tan antigua, pajarito de otoño. 

Harry me sonreía desde lejos, mientras se acercaba a mi con pasos tranquilos. 

Sonreí al verlo. Estaba vestido de una manera tan bonita y su cabello característico por ser un desastre estaba mojado. 

-Buenas tardes, mi amor. 

Diana había finalizado, para dar paso a Oh! Carol, de Neil Sedaka.

Estaba en mi playlist de canciones viejas que me ponían de buen humor. Yo estaba acostada en una reposera admirando el atardecer, con una camisa blanca sin cerrar sobre mi bikini. 

Harry se acercó a mi para saludarme con un beso justo en la comisura de mi labio. 

Al separarnos, nos miramos justo a los ojos, el agarró mi mano y nos pusimos a bailar todas las canciones que pasaban por mi playlist. 

Nos reíamos cuando bailábamos las canciones de jazz ya que eran mas rápidas y no seguimos el paso. 

I'm in the mood for love empezó a sonar. Una bellísima canción con melodía lenta. Harry sostenía mi cintura con sus dos manos de manera suave. Mi brazos rodeaban su cuello y nuestros cuerpos bailaban pegados al compas de la música. 

Oí a Harry murmurar algo en mi oído. 

-Eres tan hermosa, Ginevra. 

Ahí estaba de nuevo. Sonaba tan bien y tan profundo. 

Tan correcto. 

Me separe un poco de él para verlo a los ojos. 

Nuestros ojos iban de nuestros ojos a nuestro labios, mientras nos íbamos acercando. 

-No tienes que hacerlo si no quieres, Ginny- Harry susurró a centímetros de mis labios. - Tu sabes que no me debes nada, ¿verdad?

Mi mirada se volvió a dirigir a sus ojos. Eran tan verdes y hermoso. Nunca los había visto brillar tanto. Su miraba desbordaba sinceridad y tranquilidad, pero había algo mas. Algo que iba mas allá del deseo. No sabía lo que era, pero me encantó.