Chapter number 11

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I don't wanna be okay without you 

Harry's pov

Había ido al Playroom un rato antes de la hora acordada.

Al llegar, no había nadie. Absolutamente nadie.

Mejor, para charlar. 

Me tiré en el sillón grande y cerré los ojos y esperé unos largos minutos para que llegue la pelirroja. 

-Wow, que lindo recibimiento. 

Ginny estaba apoyada en el marco de la puerta, con una sonrisa divertida pintada en su rostro. 

Traía un pantalón a cuadros, y un buzo gris que se quitó, dejándome ver su fina cintura ser cubierta por una fina camiseta gris.  

Lentamente me empecé a sentar en el mueble, mientras ella se acercaba a mi, despreocupadamente. 

-Ginevra- digo su nombre en modo de saludo.

Simplemente amaba su nombre. 

-Hola, mi amor.- Me saludó, posando sus labios sobre mi mejilla. 

Podría fallecer en cualquier instante, yo ya estaba completo. 

La miré, su pelo recogido en un rodete desarmado que tanto la caracterizaba, sus pecas, su leve bronceado, la elevación en su pecho, su abdomen plano y formado, sus caderas. Era muy sensual. 

Era demasiado para mi. 

Mucho para procesar. 

-¿Te enteraste las noticias?-La pelirroja comenta de manera despreocupada. - Ron y Hermione están de novios.

¿Cómo podía estar tan despreocupada? Mi corazón iba a mil por hora y ella estaba tan tranquila. 

-Bueno, supongo que ya era hora de que sucediera. 

Desde mi posición, podía oler el perfume de vainilla tan ella. Era un aroma tan embriagante y tan único, que era imposible no asociarlo a su esencia. 

-Harry, la pasé muy bien hoy.- Dice la pelirroja de repente.- Mi día terminó de una buena manera. 

Una oleada de orgullo invadió mi pecho. 

-Yo también la pasé muy bien Ginny. ¿Sabes? Hay algo que me pasa, pero lo siento raro. Me gustas, pecas y mucho.

-A mi también me gustas, mi amor. 

Nos sonreímos.

-¿No te parece extraño? Es de lo que hablábamos cuando estábamos en la piscina.- Pregunté.

-¿Que cosa? 

-Bueno- proseguí- Nos conocimos hace casi dos semana, y ahora resulta que no paro de pensar en ti. 

Ginny sólo rio y se acostó, obligándome a moverme un poco de lugar. Me acosté al lado de ella.

-Lo es, es raro.- Pareció recordar algo.-¿Sabes? Mi mamá hoy me contó que de pequeños ya nos conocíamos.

-¿Qué? Creo que te recordaría si hubiese sido así, Ginny. 

Ginny se subió arriba mío, pecho con pecho. Rozó mi... Amigo con su pierna, de manera inconsciente, y podía sentir sus pezones contra mi pecho. 

-Yo tampoco lo recordaba, y sigo sin recordarlo. Pero teníamos como tres y cuatro años.- Volvió a reír.- ¡Dijo que nosotros dos siempre íbamos agarrados de la mano! Y también dijo que te seguía a todos lados. 

Me reí y mis lentes cayeron por el puente de la nariz. 

Ginny agarró mis lentes y se los puso a ella, pero inmediatamente se los saco. 

Our last summerDonde viven las historias. Descúbrelo ahora