estoy con ganas de seguir escribiendo, así que esto es para seguir viendo que onda. y porque lo amo a este hombre.
cabe aclarar que todo lo que está acá es ficción y q yo no tengo nada en contra de las parejas de los chicos de la selección.
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Me quedé mirándola unos minutos antes de decirle algo y pude ver lo linda que es aunque sus ojitos hayan quedado cristalizados por haber llorado. –¿Estás segura de lo que vas a hacer? –Si Leo, siento que es injusto que mi papá esté pagando tanto por algo que no fue mi culpa, prefiero enfrentarlo. –Voy a estar para acompañarte en todo esto.–dije y ella me abrazo. Sonó mi celular y el de ella al mismo tiempo. Abrí tw y vi las fotos.
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–Al parecer si nos vieron.–dije y me reí.–¿A vos te molesta? –No, ¿y a vos? –No. –Perfecto entonces. Me voy a bañar. –Dale.–dije. Y la vi irse hacia el baño. Sonó mi celular, y nuevamente era Paulo. Suspire y miré los mensajes para contestar.
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Ya ni entendía la situación,él le dejo en pleno casamiento, y todavía sigue jodiendo para estar ahí con ella cuando él está con Oriana. Vale salió del baño y se puso una camisa mía. –Te queda muy bien eh.–dije mientras la observaba que se acercaba a mi. –Muchas gracias bebé. –dice ella y se queda a mi lado.–Tenes una cara. ¿Pasó algo? –Nada. Me voy a bañar yo ahora.–dije y me levante del sofá. Le di un beso en la frente y me fui al baño.
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Leo fue hacia el baño, dejando su celular ahí arriba de la mesita. Agarre mi celular, y le llamé a papá.
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–Pa. Hola.–dije ni bien atendió el celular. –Hola nena. –reí.–¿Pasó algo? –Estoy en Italia ahora, vine porque paso todo un bardo con Leo por culpa de Paulo. Y quería venir a aclarar esto. Pero estuve pensando... –¿Cómoque problemas con Leo por culpa de Paulo?–Pregunta interrumpiendo. –Le conté a Leo todo lo que me pasó con él en el pasado. Y me entendió perfectamente pa, y también pensé queno quiero que sigas pagando a los medios para que no hablen de eso, porque no fue mi culpa nada de eso, y lo entendí ya. –No nena, sos mi hija y no te voy a tirar así como si nada.–Negué, aunque no podíavermeasí que me reí. –No, pa, enserio quiero que dejes de pagar por eso. Por favor. –Lo voy a hablar con tu mamá. –¿Ya están en Francia? –Sí, ¿nos venis a visitar? –Sí, voy. Te avisocuando porque estoy con Leo acá. –Dale, hablo con tu mamá y te aviso que dice. –Dale, pa. Te quiero. –Cuídate mi amor. –dijo y colgó la llamada.
Dejé el celular sobre la mesita. Y vi que le estaban llamando a Leo.
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Miré el celular unos minutos, no podía creerlo. Seguía igual de lindo como cuando lo dejamos todo, pero nadie le conocía el lado más oscuro que yo. Actuar como lo hizo. Y me dolió años, pero se terminó, tenía que terminar, y un paso para terminar era que papá deje de pagar para callar los rumores.
