estoy con ganas de seguir escribiendo, así que esto es para seguir viendo que onda. y porque lo amo a este hombre.
cabe aclarar que todo lo que está acá es ficción y q yo no tengo nada en contra de las parejas de los chicos de la selección.
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Leo salió del baño, y se acercó hasta mi. –¿Pasó algo?–negué.–Tenes una cara de que viste algo horrible. –Te estaba llamando tu amigo.–cambio la cara. –Vos tenes esa cara ahora. ¿Qué pasa? –No sé, esta muy loco. Recién me mandó la foto del tw ese donde nos vieron, y ni entiendo por qué se pone así, si él te perdió por gil. –No sé. ¿Queres que te deje mientras hablas? –¿Y que vas a hacer?–Se ríe. –Voy a comprar helado, y algo para cocinarte ahora. –Uy, ¿Me vas a cocinar?–Me reí y asentí. –¿Me prestas tu auto?–dije sonriendo. –¿Qué no te prestaría?–rei. –Ya vamos a descubrir eso.–Leo se ríe. Busque las llaves y salí de la casa.
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Cuando Valeria salió, agarre mi celular, y llame a Paulo. Al tercer sonido recién atendió. –¿Qué pasó que no me atendiste? –Estaba ocupado, ¿qué pasó? –Eso quiero saberboludo, ¿qué pasa con Valeria? –Es mi amiga. –Pero justo tenes que ser amiga de mi ex, boludo. Tuvimos una historia muy difícil. –Algo sé, pero termino, por loque sé nadie habla ya de lo de ustedes. —¿Le preguntaste por mi? –Si, ella está justamente acá conmigo en Italia, vino para que hablemos de eso. –¿No tenes pensando alejarte entonces? –Y no boludo, te digo que es mi amiga. –Todo bien, pensé que manejabas otro tipo de respeto por tus amigos.–Dice esto y me colgó la llamada. Me reí, y le llamé a Vale. No me atendió, así que supuse que estaba manejando, o comprando. Después de una hora de espera escucho que la puerta se abre. –Dichosos los ojos.–dije y ella se ríe. –No sabia que comprar.–me reí, porque era cierto, ella solía ser tan indecisa en todo lo que hacía.–¿Todo bien con eso? –No entiendo que le pica, la verdad, si me contaste todo,pero sigue diciendo que lo que hago no lo tendría que hacer un amigo, o que tengo que tener otro tipo de respeto con mis amigos. –Ella se ríe. Pero noto la bronca en su cara. –Lo hace de idiota nomas. Para fastidiar.–Deja las cosas en la cocina. Y el helado en el freezer.–¿Vas a dejar de ser de ser mi amigo por él?–Me reí. –No, es imposible que yo quiera alejarme de vos. –¿Me queres acompañar? entonces. –¿A dónde vamos?–Ella sonríe. –Quiero que me acompañes a Francia, a ver ami familia. –Si a todo mujer.–dije y ella viene a mi, y me abraza.–¿Cuándo nos vamos? –¿Mañana queres? –quiero.–Dije y ella sonrió. Es inexplicable lo hermosa que es esta mujer, pero sobre todo lo linda que es cuando se ríe, o sonríe, esa risa sincera que se ve de lejos que hace mucho no tenía buenos momentos. Ella se quedó en el sofá y se durmió. Me levante en silencio para no molestarla. Fui a preparar mis cosas y las de ella, para el viaje. Y fui a cocinar, porque era bastante tarde y ella seguía durmiendo. Horas después se despertó. –¿Y eso?–Pregunto ella levantándose. –¿Hum? La cena princesita, porque sino cocinaba yo, no comíamos.–se ríe. –¿Ya está? –Falta, ¿por? –Me voy a bañar entonces, y luego comemos. Ella fue al baño, y salió en bata, quede mirando unos minutos y se acercó a mí, quedo detrás mío. –Gracias.–dijo una vez cerca de mi, me di vuelta, y la abracé.
