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[💎✨] De nuevo, el capítulo será narrado desde la perspectiva de Diluc.

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20 de agosto

Eran las 5 de la mañana cuando Kaeya comenzó a sacudirme para despertarme.

—Diluc... ¡Diluc!

—¿Qué pasa?... No puedes dormir, ¿verdad?

—¡N-No es eso!

—¿Tienes hambre?...

—N-no

Suspiré mientras me movía un poco para verlo.

—¿entonces?

—No sé, ¡pero no me siento bien Diluc!

—¿Qué ocurre?

Me senté en la cama y entonces noté que Kaeya se estaba enterrando las uñas en sus propias manos y que estaba demasiado inquieto, parecía dolerle algo.

—Kae, ¿será Astrid?

—¡No lo sé, no lo sé!

Le tomé las manos para que no pudiese seguir lastimandose, aún así Kae no dejaba de moverse y de quejarse, tuve que prender la luz para verlo bien y evitar que fuese a accidentarse.
Luego de como media hora por fin pudo tranquilizarse.

—¿Cómo te sientes?

—¿¡TE PARECE QUE ME SIENTA BIEN!?

—No... Ven, te llevaré al hospital

—¡¿TÚ ME LLEVARÁS?!, ¡PUEDO CAMINAR SOLO!

—¡Es solo un decir!

Suspiré para después cambiarme rápido, no iba a dejar que me vieran con la pijama de animalitos.

Después de eso tomé una pequeña mochila con las cosas que Kaeya y yo habíamos acordado serían para la bebé por si acaso.
Le coloqué un abrigo a Kaeya y lo tomé de la mano para así salir del viñedo.

Estábamos por la aldea Aguaclara cuando Kae comenzó a sentirse mal de nuevo, para nuestra buena suerte cierta rubia de ojos celestes estaba ahí cerca.

—Buenos días, chicos

—¡Bárbara!, ¿qué haces aquí?

—Estoy buscando a la hermana Rosaria, a veces viene a esconderse por aquí para evitar participar en el coro de las 7... ¿Kaeya está bien?

—¡NO, NO ESTOY BIEN!, ¿o es que acaso parece que estoy teniendo un maldito paseo por nubes de algodón de azúcar?

—No...

—Kaeya se ha estado sintiendo mal toda la mañana así que planeaba llevarlo al hospital por si acaso

—No, cómo ustedes son gente conocida seguro todos van a estar acosandolos en el hospital, mejor vayamos a la catedral, ahí nadie tiene por qué ir a molestarlos

—¿De verdad nos dejarías estar en el ala médica?

—¡Claro! Por lo que observo en Kaeya puede que sea el bebé, así que estoy segura de que a Barbatos le encantaría ser el primero en conocer a su nuevo "hijo"

—¡NO METAS AL MALDITO VENTI EN TUS MMDAS Y SOLO AYÚDAME, BÁRBARA!

—¡Está bien, está bien!

El resto del camino fue corto, Bárbara usó su visión para calmar un poco los malestares de Kaeya y que así pudiera andar sin ayuda.
Cuando llegamos al ala médica encontramos a Rosaria escondida detrás de una silla.

❤️ Destino (Luckae) ❄️Donde viven las historias. Descúbrelo ahora