❤️ Destino (Luckae) ❄️

Especial: Final feliz

[💎✨] Pequeño capítulo dedicado a cómo sería la vida de Kaeya si Gaia y Jonathan hubieran tenido su final feliz<3

Se siente extraño actualizar una historia que ya está terminada, help-

Pd: Para los que no sabían, Jonathan tiene el cabello castaño y ojos verdes jkdjsf
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30 de noviembre

Era una noche de lluvia, en una pequeña cabaña que estaba construida a base de madera y unas cuantas rocas se escuchaban los llantos de un bebé recién nacido.

Ahí estaba una niña peli rosada cargando a su hijo recién nacido; un bebé de tez morena y cabello azul.
Su novio, Jonathan estaba tomando con gentileza una de las manos del bebé.

—Hola bebé~—Saludó el recién padre a su bebé, estaba siendo muy gentil—Bienvenido al mundo, Kaeya...

—Es muy lindo, ¿no?—preguntó la peli rosada mientras que de sus ojos caían lágrimas de felicidad, acababa de tener un parto en casa que fue asistido por su novio.

—¿Que si es lindo? Es bellísimo, Gaia, es nuestro niño

Jonathan abrazó a su novia mientras le secaba las lágrimas e intentaba no llorar él también, Gaia acababa de tapar a su pequeño con las cobijas para evitar que le diera frío y después lo apegó un poco a su pecho logrando que el bebé dejara de llorar y se acurrucara inmediatamente.

—Querida, es mi niño, nuestro niño... El regalo más grande que me pudiste dar, nuestro Kaeya

Jonathan dirigió su mirada al recién nacido, básicamente le importaba 3 hectáreas de verga que Kaeya fuera producto de una violación de parte de Josephine a su novia, amaba a ese bebé tanto como si fuera suyo y amaba a su Gaia más que a su propia vida.

Gaia y Kaeya eran su razón de vivir.

Después de esa noche ambos tuvieron que aprender a criar correctamente a su hijo, no fue fácil y más porque tanto Gaia como Jonathan eran adolescentes igual de inmaduros que el bebé Kaeya, pero su amor infinito hacia el pequeño era más fuerte.
Kaeya creció como un niño normal, no tenía amigos pero aún así tuvo una infancia bastante tranquila y llena de amor gracias a sus padres, su vida era casi perfecta.

O al menos así fue durante los primeros 6 años de su vida.

La guerra había estallado y con ello la destrucción de Kaenri'ha llegó, el abismo amenazaba a la nación y por ende a la familia.

Una noche, mientras Gaia y Kaeya se escondían para evitar ser vistos el galopar de dos caballos se hizo presente, cuando Gaia se asomó pudo ver a su ahora esposo montado en un caballo negro y atrás de él un caballo blanco que no tenía jinete.

—¡Imbécil, te pudieron haber matado!

—Pero no lo hicieron, ahora vámonos antes de que la Guardia Real se dé cuenta de que me robé dos caballos

—¿¡Son robados!?

—¿Recuerdas aquella vez que te llevé a montar caballo cuando teníamos 13?

—Si...

—Ahora vas a tener que volverlo a hacer

—¡¿Estás loco?!

—Tal vez un poco, pero míralo de esta manera; no solo estoy sacandote a tí de este lugar... También hay que poner a salvo a Kaeya

La oji azul solo volteó a ver a su hijo que estaba abrazandola con fuerza, estaba muy asustado y era entendible ya que era un niño muy pequeño que estaba siendo sometido a niveles altísimos de violencia.
Lo último que Gaia quería era que Kaeya tuviera malos recuerdos de la guerra.