❤️ Destino (Luckae) ❄️

25

[💎✨] Ahora si, este es el feliz, i promise
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Pasaron los días y Mondstadt ya no estaba cubierta de nieve, el problema ahora era que algunas estructuras habían sido dañadas.

—Mondstadt cada vez mejora más, ¿no crees? Adelinde

—Si... Romero

—¿hm?

—¿Por qué lo hiciste?

—¿Hacer qué?

—Intentar enfrentar a Dottore tú sola, fuiste muy idiota

—¡Jaja!

—Además de que casi te mueres, todavía vas a estar más tiempo en este maldito hospital que ni calefacción tiene

—No lo sé, supongo que al ver a Astrid me reflejé a mí misma y... Tuve el impulso de querer salvarle la vida aunque creo que no ayudé en mucho

—Bueno, me diste tiempo para salir al jardín, tomar una piedra y después regresar a la habitación

—¿Me estás diciendo "carnada"?

—Tal vez... Oye, la próxima que pase algo así llámame primero

—¡Pero Adelinde!-

—A menos que quieras que te enseñe a pelear, claro

—Tarada

Ambas mujeres se rieron un poco, aunque no llevaran mucho tiempo conociéndose realmente se habían vuelto muy buenas amigas.

—Supongo que aceptaré tu "generosa oferta"
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—¡Papá!, ¿qué haces aquí? Se suponía que no debías salir hasta que estuvieras mejor

—Tranquilo Bennett, solo vine a ayudar un poco, ya sabes...

—¿Ayudar?... ¡Casi te mueres!

—Tranquilo, tranquilo, estoy haciendo tareas pequeñas como por ejemplo, ahora estoy ayudando a Flora a reestablecer su puesto

—Hm...

—Y hace rato ayudé a Diluc a volver a acomodar las mesas de afuera del viñedo

—Está bien... Por cierto, me olvidaba de algo

—¿de qué?

—De esto—el menor se acercó a su maestro para así darle un abrazo suave que fue correspondido al instante—Me alegra que estés bien...

—Ya, Bennett, todo está bien ahora

Ambos estaban tranquilos hasta que Astrid llegó corriendo de manera torpe—¿Astrid?, ¿tú no estabas con papá Diluc?

—¡Nenett!

la niña inmediatamente saltó hacia Bennett quién logró atraparla antes de caer al suelo así que la cargó con todo el cuidado del mundo para que no se fuera a caer.

—¡Hola Astrid!

—¡Hoda!

El peli azul se rió de la escena; Astrid jalando el cabello de Bennett mientras se reía como la niña pequeña que era.
Pero aún tenía una preocupación... ¿Qué no ella estaba con Diluc?

*POV. DILUC*

—¿En serio estaba contigo?

—Por Dios Jean, ¡te digo que Astrid si estaba conmigo! Solo me di la vuelta para limpiar una mesa y cuando la quise ver ya no estaba, ¡no me descuidé ni dos minutos!

—Oye tranquilo, todos en Mondstadt conocen a Astrid, seguro alguien la vió y se la llevó a Kaeya o ahorita te la traen a tí

—No, enserio Jean... ¡Kaeya va a matarme!

Entré en pánico? Si, entré en pánico así que ignoré a Jean y comencé a correr por toda Mondstadt buscando a mi hija, primero fuí a la catedral, después a la sede de los Caballeros de Favoniud, luego al gremio de aventureros, luego al centro de la ciudad, después fuí a cola de gato y a todas las pequeñas tiendas de Mondstadt... No fue hasta que llegué al puesto de Flora que la ví.

—¡Astrid!

Ahí estaba ella, sentada en las piernas de Bennett mientras que Kaeya le ponía unos curitas en la cara al niño.

—¡Kaeya!

—¿Eh? Ah, hola, Luc

—Astrid... Tú tienes a Astrid jaja... Ha-

Estaba riendo nervioso, intentando ocultar que casi me infartaba porque se me había perdido la niña.

—Cierto... Ella llegó corriendo de la nada para abrazar a Bennett, después él la cargó y de repente una viga de madera le cayó en la cabeza a Bennett, por suerte Astrid no tuvo ni un solo rasguño pero Bennett terminó con astillas en el rostro porque la viga se rompió

—Barbatos...

—Como sea, ¿qué tú no tenías a Astrid?

—¡Se me escapó!, no le quité la vista de encima ni dos minutos, ¡y ya se había ido!

—Tonto, te insultaría pero Astrid está aquí

Suspiré para luego acercarme a Bennett—Hola Bennett

—¡Hola, maestro Diluc!

—Benny, ¿te importa si?...

—Claro, puedes hacerlo

Sonreí mientras cargaba yo a Astrid, ella parecía feliz de verme... Si tan solo tuviera idea de que casi me mata.

—¡Papá Diwuc!

—Hola princesa...
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