❤️ Destino (Luckae) ❄️

13

[💎✨] Si yo no soy feliz, nadie lo será.
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*POV.DILUC*
Los meses pasaban con tanta naturalidad que me espantaba.
En estos meses no supimos más de Dottore o de los fatui, por fin Mondstadt estaba volviendo a ser la ciudad pacífica que siempre había sido, pero a la vez aquello me ponía levemente paranoico porque sentía que en cualquier momento Dottore regresaría a atacar Mondstadt.
Pero nada pasó.

Además, con la llegada de Gaia he de admitir que las cosas cambiaron mucho; ahora ella estaba rentando una casa y trabajaba en la Biblioteca de Favonius junto a Lisa (ocasionalmente escribía pequeñas novelas ligeras, las cuales por alguna razón siempre tenían éxito). Gaia cada que podía iba un rato al viñedo, debo admitir que me cae bien...
Pero sentía que ella estaba en peligro.

De nuevo, nada pasó.

7 meses y nada pasaba, Julio llegó y nada pasaba, nada... Literalmente nada.

Quería pensar que Dottore se olvidó de Mondstadt o que encontró un nuevo blanco.

En ese momento me di cuenta de algo: Si algo malo llegaba a pasar, tardaría un poco en suceder... Y debía aprovechar el buen tiempo lo más que pudiera.

Ahora me encontraba en la Biblioteca buscando a Gaia, por suerte la encontré en el primer piso acomodando unos libros.

—Gaia

—¿hum? Ah, hola mijo'—La mayor se me acercó para después darme dos besos en las mejillas... Era una costumbre algo extraña de ella pero que a la vez la volvía cálida.

—¿Cómo estás?

—Bien bien, nada nuevo, ¿tú cómo estás Luc?, ¿Kaeya está bien?

—Si, ambos estamos bien—la mayor sonrió mientras seguía acomodando libros

—Suegrita, tengo... Tengo un problema

—¿Que ocurrió? Soy toda oídos

—Este.. Verá, Mondstadt ha estado muy tranquila últimamente

—Cierto, Mondstadt es conocida como la nación más pacífica

—Lo sé, pero- ah... El punto es que quiero aprovechar el buen tiempo tanto como pueda y-

—Entonces cásate con Kaeya—Me sorprendió bastante la naturalidad con la que la mujer hablaba de eso, he conocido a muchas madres que no quieren que sus hijos se casen, pero la señora Gaia realmente apoyaba la idea de que Kae se casara... Pero solo la apoyaba cuando se trataba de mí y Kaeya.

—Justo por eso estoy aquí

—A ver, cuéntame que pasa

—Verá, estaba pensando en Kaeya y en mí claramente pero no sé... No sé como pedirle matrimonio, ¿ok? Kaeya no es mucho de lujos, él es más sencillo y ese es el problema

—¿A qué te refieres?—La contraria se sentó en una de las mesas y yo la seguí, nunca creí que terminaría pidiéndole consejos amorosos a mi propia suegra...

—El problema es que no sé cómo pedírselo de manera "sencilla", normalmente cuando pensaba en pedirle matrimonio pensaba en hacerlo durante un viaje o algo así... Pero desde que me enteré que no le agradan demasiado los planes dónde se incluyan lujos porque le recuerdan a su pasado en Kaenri'ha supe que sería arruinar un buen momento al recordarle momentos malos

A diferencia de su hijo, Gaia era como un libro abierto... Y por la expresión de su rostro supe que quería golpearme.

—Además, ¿dónde voy a conseguir un anillo bonito que no sea demasiado caro? Todos cuestan lo que costaría un ojo... Sabes que el dinero no es un problema para mí, pero no quiero hacerle enojar, además de que quiero que sea un momento bonito porque literalmente vamos a estarnos comprometiendo de por vida, pero tampoco es que pueda llegar a casa una noche y decirle "Kaeya, te quieres casar conmigo?" No puedo hacer eso, antes no hacía planes sencillos hasta que Kaeya llegó, y eso es un problema porque no tengo idea de cómo hacer uno, además, ¿cómo carajo se organiza una boda? Quería pedirle un consejo sobre esto a Adelinde pero Kaeya podría escucharnos hablar y-