17. Hogar

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Nishinoya se despidió ondeando su mano hacia su padre cuando este se iba. Cuando el auto ya no estaba a la vista, cerró la puerta, suspirando levemente después de ir a ver a su madre. Ella estaba tendida en la cama, sintiéndose mucho mejor que unos días atrás, su padre le había contado, pero ella aún estaba muerta de cansada y por eso estaba un poquito preocupado. Le sonrió, besando su frente antes de salir de la habitación después de sentir su celular vibrar.

—¿Aló?

—¿Llegaste bien a casa?

Yū rió bajo cuando oyó al otro bastante preocupado al otro lado de la línea.

—Asahi-san, te preocupas demasiado, me fui hace menos de un día y ¿ya te preocupas? —preguntó con suavidad y la pantera suspiró.

—Lo siento.

—No lo sientas, eso fue lindo.

—No soy lindo —gruñó y Yū sonrió con cariño.

—Ya te extraño también.

—Eso es bastante cursi, Noya. Hasta para ti.

—Lo sé, pero es tranquilo aquí sin Shōyō así que tengo todo el tiempo el mundo para pensar en ti.

—Wow, eso fue demasiado.

—¿Y entonces? ¿Cómo estuvo tu día? ¿Viste a Tobio o a los otros? No tuve tiempo, así que solo vi a Shōyō esta mañana.

—Vi a Kageyama y a Kuroo ya que estaba en la cancha de voley. Está tranquilo aquí también, desde que estoy solo en nuestra habitación y mi día estuvo bastante aburrido, ya no estás aquí para iluminarlo así que...

—Aaaw —Nishinoya soltó unas risitas. —¿Y dices que yo soy demasiado cursi? —rió y Asahi susurró una sonrisa también.

—Tú me pones así, así que cuéntame, tu madre parece estar con buena salud, ¿entonces por qué estás triste, o preocupado? Estas demasiado lejos, no puedo saber bien.

—¿Cómo es que siempre sabes cómo me siento? —Yū rió entre dientes y el mayor zumbó.

—Ya te lo he dicho. Puedo saber todos tus sentimientos como si fueran mis sentimientos —respondió y el menor se congeló por un minuto.

Había oído algo como eso. Sí, de Azumane, pero de alguien más también a lo que frunció el ceño.

—¿Yū? ¿Estás bien?

—¿Uhm? ¡Oh! Sí, no te preocupes —murmuró y el mayor volvió a suspirar. —Entonces, ¿nada más que añadir?

—No, dile hola a tu madre de mi parte.

—Buenooo. ¡Cuidate!

—Tú también.

Hubo un silencio y Nishinoya estuvo a punto de cortar pero-

—¿Yū?

—¿Sí?

—Te amo.

El zorro sintió sus mejillas arder y mordió su labio inferior avergonzado, mirando hacia sus pies.

—T-también te amo, Asahi —susurró y pudo casi ver la sonrisa que se asomaba por los labios de su amante. Era bastante raro que Azumane dijera sus sentimientos y Yū siempre era tomado por sorpresa.

—Adiós —y el mayor cortó.

Yūmiró a la pantalla en negro antes de presionar el celular a su pecho y sonreír calmado. Su vida solía ser un desastre pero siempre y cuando Azumane estuviera ahí, él se sentía como si todo fuera a estar bien.

Love me || KageHinaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora