16. Dormitorios Reparados

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Kageyama abrió la puerta azul casualmente, sorprendiéndose cuando oyó sonidos de jadeos sorprendido y apresurados movimientos dentro de la habitación. Cuando la pintada madera se abrió, observó con curiosidad a Kuroo y a Kōtarō quienes jadeaban, el lobo en su cama mientras Bokuto estaba de pie junto a la puerta del baño, al lado contrario del depredador.

—Interrumpo algo? —Kageyama sonrió divertido y Bokuto resopló.

—Oh, eres solo tú. Pensamos que sería alguien mas... —El mayor suspiro yendo hacia la cama cuando Kageyama cerró la puerta. Kuroo acomodo su espalda sobre la pared y abrió sus brazos al chico alto.

Kageyama se sentó en la otra cama de la habitación, familiarizado con la esencia en esta y miró con algo de tristeza a los ojos de su amigo, Bokuto arrodillándose sobre Kuroo y presionando su espalda contra el gran pecho, descansando su cabeza sobre el hombro del lobo. Kuroo acurrucó su nariz en el cabello del mayor y Kageyama no se perdió como los ojos de Bokuto se hundieron.

—Las noticias son tan malas? —Kageyama preguntó a la pareja y  se hundió de hombros, Tetsurō lanzó sus brazos sobre el canino y cerró sus ojos, dejándose hundir en la esencia del otro.—¿Dónde está Oikawa-san? —Kageyama preguntó un poco curioso de no ver al otro compañero de cuarto.

— Creo que fue a hacer líos con algunas chicas— dijo y Kageyama resopló.

—Como siempre.

—¿Cómo está Shōyō? —Bokuto preguntó, preocupado por el joven felino y Kageyama sonrió leve.

—Él está bien. Su celo terminó ayer, así que está mejor que bien ahora.

—Fue intenso la semana completa. Es extraño, incluso para una primera vez —el mayor añadió de manera maternal y el perro se hundió de hombros.

—El enfermero dijo que era normal, que puede pasar —Bokuto asintió y el lobo suspiró.

—Tú hueles como él —Kuroo bromeó y el perro rió, sintiéndose más feliz de lo que debería con aquellas palabras.

—Si —dijo con una expresión soñadora en su rostro.

—Tan lindo.

—Y ustedes dos, su relación, ¿cómo va? —Bokuto preguntó, Kageyama se tenso.

—Bueno... No le he dicho aún que me imprimi en él, pero..... No sé cuando decirle. Va a odiarme —suspiro, mirando a través de la ventana.

—¿Quién más sabe qué te has imprimido? —Kuroo habló.

—Solo Asahi-san y ustedes. Le pedí no contarselo a Nishinoya tampoco. Necesito tiempo para pensar todo primero, pero lo bueno es que Shōyō no me ignora, así que puedo hablar sobre nosotros con él.

—¿Y qué dice él sobre eso?

—Que está asustado y necesita tiempo. Así que eso le daré, siempre y cuando no me mienta ni me ignore.

Kageyama estaba seguro ahora de lo que quería y no le iba a mentir más al otro. Eso era lo que había decidido hacer y así Shōyō lo aceptaba, sus palabras de amor y toda su atención, era solo que el gato no correspondía nada de eso. Y para Kageyama era más que suficiente por ahora.

—Y entonces, ¿Qué fue lo que el doctor dijo? —Kageyama preguntó y el mayor mordió sus labios.

—El dijo que puede pasarle a mitad híbridos, mitad humanos.

—¿Cómo puede ser?

—Parece ser que el lobo de Kuroo se imprimió en mi mitad humana y mi mitad lobo se imprimió en Kei. Eso fue lo que dijo y cuando le pregunté si no era un poco, bueno, inapropiado tener dos compañeros él respondió que tenía que lidiar con eso porque desde ahora tengo que cuidar del celo de Tsukki y el de Kuroo. —Bokuto suspiro.

Love me || KageHinaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora