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Incertidumbre lejana

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Incertidumbre lejana

Admirando el ancho e infinito mar mientras escuchar el cantar de las olas y ellos se quedan en silencio, un suspiró y dos corazónes a punto de explotar.


-Lo siento mucho, Aonung.-rompío el silencio Neteyam aún sin despegar su mirada de las grandes olas, desvió un poco su mirada y pudo notar que Aonung le estaba mirado; y eso le hizo sentir aún más nervioso.-Fui cruel contigo, hiciste cosas que ...éramos niños pero que estábamos en medio de guerras, no fuimos niños.-Neteyam tomó aire y volteó a mirar a Aonung a los ojos.-De verdad lo siento mucho, aunque no lo creas cada noche revivía en mi cabeza esa noche en la que te grite cosas horribles, tu no merecías eso. 

-Esta bien, es decir...me lo tenía merecido.-dijo Aonung con una leve sonrisa, soltó una risa nerviosa para mitigar la tensión.-Fui un total idiota, entiendo tu reacción. 

-!No¡ Aonung.-Neteyam tomó a Aonung de los hombros, lo que menos quería él era que su amigo pensará que merecía aquel horrible trato de su parte o de alguien más.-Tu no merecías esas palabras, estoy arrepetido de lo que hice.-Neteyam acarició los hombros del joven Metkayina y añadió.- No te merezco, Aonung.

En eso Neteyam se puso de pie dirigiendose al mar, de pie sintiendo como las olas besan sus tobillos. Cubriendo su pena con sus manos.

-¿Neteyam? ¿Que ocurre?-Aonung se acercó lentamente hacía él, al no haber respuesta tomó la decisión de tocarle el hombro.-¿Neteyam?

-Creí que fingir mi muerte me ayudaría a renacer, renacer en alguien más fuerte, capaz de hacer todo por sus suyos sin fallar.-suspiró en volteó a mirar a Aonung.-No he sido lo suficientemente bueno de merecer...nada.

-¿Que crees merecer?-preguntó, no sabía que aquel chico salvaje guardaba en su ser tanto dolor. Neteyam solo se quedó mirando como el agua iba a venía, a lo que Aonung agregó.-¿Sabes que veía yo cada que te miraba?-Neteyam abrío un poco más sus ojos mostrando interes en las palabras del Metkayina.-Yo veía un chico reservado, misterioso pero también valiente, fuerte, leal y muy amoroso con los suyos.-Aonung y Neteyam se compartieron una sonrisa.-Es lo que me gusta de ti.

-¿Que?-Neteyam fruncío el ceño algo confundido.

-!Gustaba¡ me gustaba, ya no.-ambos se quedaron callados, desviando la mirada.-Como sea, eres buen chico, mereces cosas buenas.

-Si, gracias.-aquella conversación se tornó bastante incomoda, pero ninguno de los dos quería que eso pasara, así que Neteyam agregó.-Ven, vamos a nadar un rato. 

Bajo el agua solo podían mirarse, Aonung quizó hablarle pero Neteyam parecía querer solo nadar y avanzar; así que eran ellos dos, nadando entro los bellos corales y mirandose a los ojos de una manera timida y rápida.

Aonung vió que él subío a hacía la superfie por la falta de aire.-¿Todo bien?

-¿Yo todavía te gusto, Aonung?-sin más, sin tapujos preguntó.

Aonung se quedó callado, estaba bastante nervioso pero dijo lo que él creyó que era lo correcto.-No, ya no me gustas. 

-Entiendo.-Neteyam aclaró su gartanta.-¿Hay alguien más?

-Si.-respondió el Metkayina sin tapujos.

-¿Quien? ¿Otro chico?-Neteyam pensaba que quizas su amigo Aonung estaría interesado en otro chico, como Rotxo, se la pasan todo el día de arriba a abajo juntos.

-No, es una chica.-mintió Aonung.

-¿La conozco?

-No, y prefiero que nadie lo sepa todavía.-Aonung desvió la mirada hacía su aldea, buscando quién podría ser esa chica, pero ninguna le parecía atractiva, así que el nombre de aquella chica y su existencia serían un misterio para Neteyam.

-Bueno, creo que mejor me voy.-dijo Neteyam algo incomodo por la situación.-Pasaré tiempo con mi familia, quizás otro día quedemos para hablar. 

-Seguro.

-Y suerte con esa chica.-dicho eso Neteyam nadó hacía la orilla dejando a Aonung solo en medio de las olas. 

El joven Metkayina se sumergió en el agua y soltó un fuerte grito, se sentía totalmente idiota pero a la vez no dejaba de pensar en la razón por la que Neteyam le hizo esa pregunta, "¿Yo todavía te gustó, Aonung?" pero así como llegó a pensar que quizás Neteyam estuviera interesado finalmente en él, no pudo evitar pensar que quizás él preguntó eso para saber si podía estar tranquilo de que un idiota no estuviera enamorado de él. Tantas preguntas y torturas mentales. 

Aonung vio a su amigo Rotxo a lo lejos llamandole con las manos, Aonung nadó rápidamente hacía él. De todos Rotxo era el único que sabía que a él todavía le gustaba Neteyam; aquel secreto no lo sabía ni siquiera su hermana, pues desde que empezó una relación con Lo'ak hace 4 años, estarían juntos desde hace mucho tiempo antes pero les prohibieron ser pareja tan jovenes. 

-!Cuentame¡ ¿Que pasó con el niño de la jungla?

-Lo arruinte todo, ahora cree que me gusta una chica.

-Pero eso no es verdad.-Rotxo se acercó hacía su amigo y comenzó a sacudirlo.-¿Cual es tu maldito problema? pasaste 7 años llorandome y diciendo que te gusta mucho, que no sabes como sacarlo de ti y ahora que lo tienes en frente...¿Le dices que ya no te gusta?

-Rotxo, sabes que él me rechazó...-Habían muchas partes que Aonung omitío a su amigo. 

-Si, ¿y? debes ser sincero con lo que sientes.-añadio el chico.-Al menos tu serás plenamente sincero y leal a su sentir, si tu no le gustas o no le gustarás jamás a Neteyam pues ese no es tu problema. No podemos obligar a que nos amen pero si podemos ser honestos con el amor que sentimos.-Rotxo suspiró, aquello le parecía realmente triste.-Es tan facíl decirle a alguien cuanto lo odias, pero se nos hace casi imposible decirle a alguien cuanto lo amamos. Si te rechaza que lo haga, no es el fin Aonung...duele como si fuera el fin pero no lo es,lo sabes perfectamente, pero al menos él sabrá que hay alguien que lo estuvo amando por todos estos años. Y puede que  un día se termine enamorando de ti. 

-¿Tu crees?-estaba asustado por los aires de esperanza que le estaba dando su mejor amigo, no quería ilusionarse con la posibilidad de que Neteyam sienta algo por él.

-Si, solo que esta vez no te comportes como un idiota con él.-ambos amigos rieron, Aonung aún no tenía idea de como Rotxo seguía soportandole sus lloriqueos por Neteyam.-Solo busca el momento indicado para decirle la verdad, la verdad que no te gusta ninguna chica y que quién realmente te gusta es él. Solo que no tardes tanto en decirle lo que sientes, es mejor saber que dijiste lo que sentías que pasar tus días preguntadote ¿que hubiera pasado si le decías lo que sentías? no hay nada más doloroso...

-Que la incertidumbre.-añadió Aonung, y con ello un profundo suspiro, sentía que se iba a desmoronar por los nervios que sentía de solo pensar en volver a decirle a Neteyam que le gusta. 

𝑆𝑎𝑙𝑡𝑦 𝐾𝑖𝑠𝑠𝑒𝑠 ┊𝐴𝑣𝑎𝑡𝑎𝑟Donde viven las historias. Descúbrelo ahora