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Verlo dormir placidamente hizo que un calor pacifico se posara en él, arrullando su corazón y su ser; decidió irse, levantantose con cuidado para no desperarlo y aunque le gustaría quedarse a pasar la noche no podría hacerlo. Salí con cuidado del lugar para no generar algún ruido que lo despierte, le gustaba mirar el cielo nocturo estando en la playa. 

En la noche el mar se unía con el cielo, reflejando el cielo en el, era como si el cielo bajara a besar el mar y en aquel milagroso y sagrado eso las estrellas cayeran sobre el mar. Flotando entre ambos demostrando lo mucho que se adoran. 

Neteyam retomó su camino hacía dónde estaba su familia esperandolo para cenar, en el camino rozó miraba con Keitan quién extrañamente le dio una sonrisa para luego seguir en su camino. Quizás en su tiempo Keitan no fue del todo bueno, en absoluto, pero quizás había madurado y ya era un chico distinto solo que su pasado con Aonung le ha seguido por mucho tiempo. No le gustaba la idea de que alguien que se había arrepentido de sus actos siguiera estando marcado por eso toda su vida. 

-!Keitan¡ espera.-le llamó, el joven Metkayina volteó a mirar a Neteyam que se diría a pasos rápido hacía él, se sorprendía que le hablara sin más.-¿Como estás?-sinceramente no sabía como iniciar una conversación con él o por lo menos intentar llevarse bien, no estaba en su mente ser amigo de Keitan pero si por lo menos hacer que todo este bien entre ellos.

-Estoy bien, gracias.-añadió extrañado cruzando sus brazos, sin darse cuenta miró a Neteyam de pies a cabeza en sus adentros preguntandosé ¿Que le veía Aonung a ese mestizo?-Me di cuenta que fuiste al último entranamiento de Aonung.

-Si, fue increíble.-dijo muy contento, Neteyam cuando estaba muy feliz no piensa en quién tiene en frente de él y es que ¿Porque tendría que ocultar la felicidad?-Me pidio que sea su muntxa, no sé que tendría que hacer pero suena bien. 

Keitan torció levemente la boca sin que Neteyam se diera cuenta de su desagrado ante tal comentario.-Ah, me alegra.-dijo sarcastico, pero Neteyam estaba muy feliz como para darse cuenta.-Aunque es extraño.

-¿Porque?

-Bueno porque él también me lo pidio, es más dijo que no quería a ningún muntxa que no fuera yo.-añadió mientras se rascaba la barbilla.-¿Estás seguro que lo dijo porque quiere que lo seas o porque no quería que te sintieras apartado?

-No, bueno no sé si me siento apartado.-comentó casi cuestionandose a si mismo.

-Tecnicamente moriste por siente años, todos tienen sus vidas y temas sin ti, si puede que los que te aman te hayan extrañado pero...ellos ya hicieron sus vidas sin ti, y creo que intentan añadirte para que no estes a la deriva. 

-Tiene sentido.-y aunque sonaba cruel Keitan tenía razón, todos habían hecho sus vidas sin él, extrañandole pero avanzaron y era claro pues no se iban a quedar esperandolo.-Con respecto a lo del muntxa, creo que lo rechazaré.-suspiró clavando su mirada en la arena.-No quiero que muevan sus planes simplemente para agregarme cuando de principio nunca fue la idea, lo que menos quiero es entorpecer algo así. 

-Entiendo, y sé que Aonung entenderá...y le quitarías un peso de encima.

-Si, en fin creo que me iré.-dijo bastante de caído dando la vuelta y retomando su camino hacía su kelku.

Neteyam se sentó y con la mirada caída, mirando a un punto fijo para evitar llorar ahí. Vio a su hermano Lo'ak un poco mejor tomando un líquido extraño y haciendo muecas de desagrado por el amargo sabor de este, era de esas infociones que le daba su madre de pequeños para que se sintieran mejor. Solo que ahora se lo daba a Lo'ak no porque estuviera enfermo si no porque no supo controlar cuanta fruta fermentada bebía.

𝑆𝑎𝑙𝑡𝑦 𝐾𝑖𝑠𝑠𝑒𝑠 ┊𝐴𝑣𝑎𝑡𝑎𝑟Donde viven las historias. Descúbrelo ahora