« Porque a Rei no le podía importar menos todo lo que pasaba a su alrededor.
Hasta que se acercaban a ellos. »
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- Inspiración de historia : Mi imaginación
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Era un día soleado, las nubes suaves acompañaban la puesta de sol con unos colores tan llamativos que la más pequeña de la familia no podía evitar mirar. Sería más bonito si no tuvieran una importante misión en ese mismo instante, la cual se reducía a asesinar a un jefe de la mafia.
No era difícil, claro, excepto por la pequeña castaña que se habían visto obligados a llevar.
No podían dejarla sola siempre (ni querían).
—Escucha, Miri, esta vez quédate en la camioneta y no salgas ¿entendido? Ya fuiste al baño 3 veces hoy, nos aseguramos de eso –. Comenzó Kazuki con seriedad, mirando a la niña en busca de un asentimiento.
Una vez la pequeña afirmó quedarse, el rubio solo soltó un suspiro, para seguidamente salir de la camioneta, encaminándose a el hogar del mafioso con rapidez, un miedo irracional acerca de la pequeña teniendo algún accidente lo invadía, pero no era momento para aquellos pensamientos.
"¿Por que pienso así? Ella va a estar bien, Rei esta con ella" pensó el rubio, siguiendo con su camino "Es su hija también, ¡o bueno! Algo así" el pensamiento mismo lo frustraba, pero no iba a arruinar todo su perfecto plan por esa línea de pensamiento.
En si, su plan era sencillo, Kazuki se haría pasar por un repartidor, daría la excusa de que "lo que traía era demasiado pesado" en busca de ayuda, llevando así a los dos guardias hacia la camioneta, donde Rei los estaría esperando preparado para la acción, así luego entrarían a la casa con facilidad, Kazuki ya tenía colocado un pequeño "aparato espía", como Rei lo llamaba, que generaba interferencia en las señales así como grabaciones.
Por lo que no había video, 0 evidencia.
Fácil, rápido y sencillo.
Pero había un simple detalle que estaba pasando por obvio; Miri.
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Lo habían logrado, estaban dentro, ¡el plan salía a la perfección! Aunque Reí se había pasado con el asesinato de los gorilas, por suerte se había preocupado lo suficiente y había cubierto los ojos de Miri mientras lo hacía.
