Love Me Like You Do | Daryl Dixon | (18+)

D O S

-¡Nina!

Escuche mi nombre que me saca de trance que tenía en mi mirada con los ojitos azules y me solté volviendo a empujarlo enojada. Su reacción es bastante bruta lo cual me zafo de su agarre.

-¡IMBÉCIL! –Le grite mirándolo, lo cual el chico quiso enfrentarme pero Nicholas se le planta para evitar un contacto conmigo.

-Basta Daryl.

-¿Quién es esta puta loca? –Se expresó empujando a su tío Nicholas tratando de buscar la manera de querer acercarse a mí, pero no se lo permitía.

-Te dije que era especial, nada más que falta el otro. –Me susurro Rosita.

Estaba por responder pero siento que atrás viene alguien gritando.

-Pero...pero mira que linda muchachita con una bella vista. –Manoseando un segundo, que sinceramente un segundo es muchísimo, porque apenas sentí un roce, di media vuelta dando una cachetada que lo provoque fue hacerlo caer al suelo. -¿Qué cara...?

-Idiota. –Le di una patada en los huevos. -¿Quién te crees que eres para tocarme mi maldito culo, pedazo de idiota, asqueroso? –Grite exaltada.

Mi pecho subía y bajaba con una rapidez increíble, que en cualquier momento iba terminar desmayada.

-Basta Nina, basta. –Me sostuvo los brazos míos y me sacudió para calmarme. –Calma y tu Merle, levántate. –Suspiro Rosita, lo cual el tipo, que se llama Merle, se levanta como podía quejándose, pero se reía.

-Mira que muchacha ruda. –Dijo entre jadeos tocándose la entrepierna y me miraba sonriendo, pero ya estaba a punto de darle otra cachetada, lo cual su acción fue protegerse suplicando "no" pero no pude hacerlo, porque una mano sostuvo mi muñeca.

-Vamos Nina, vamos arriba. –Me arrastro mi amiga llevándome adentro, pero le devolví la peor mirada al de ojitos celeste, que olvide su nombre, lo cual no me dejaba de mirar totalmente enfurecido, hasta podía mirar las venas que sobresaltaban de su cuello,y por molestarlo, levante el dedo del medio.

Ya dentro de mi habitación, Rosita siendo la última en entrar, cerró la puerta y se me acerco.

-Nina... -Saco un suspiro. -¿Qué fue lo que sucedió?

-Nada Rosita, déjalo así. –Respondí sacando algo de ropa para poder entrar a bañarme. Pero tenía su mirada que conocía, que era que no estaba conforme con la respuesta. –Nada Rosita, déjalo así. Ya está. –Conteste molesta. –Iré a bañarme.

Al salir por el pasillo me encuentro al mismo ojitos azules, lo cual al pasar por frente mío exhala todo el vapor del cigarrillo que estaba fumando. Quería ir atrás de él atacarlo, pero Rosita me sostiene el hombro.

Él abre la puerta que esta frente a mi habitación y me regala una mirada con una muy pequeña sonrisa arrogante y dio un portazo dejándome descolocada.

Maldito hijo de puta.

-Nina olvídalo. Ya de por sí, él es así, así que, respira hondo y vete a lo que ibas hacer y cuando salgas, quisiera que me ayudes a preparar la cena, ¿okey?

-¿Cómo dijiste que se llama? –Pregunto mirándola de costado.

-Daryl. –Contesto confusa.

-Genial, pues tiene UN PUTO NOMBRE DE MIERDA. –Le grite a su pieza y me fui enojada hacia el baño.