N U E V E

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Después de esa "ducha", la tarde transcurrió normal. Rosita entro con una gran sonrisa, había comprado cosas para la cena.


-Hola, Ro. –Sonreí bajando las escaleras. –Te ayudo.

-Gracias, Nina. –Ríe apenas llevando las bolsas a la cocina.

-Hiciste muchas compras, me hubieras esperado.

-Oh no, Nina. –Me miro negando con una sonrisa. –Tú trabajas, deberías descansar.

-Por favor, Ro. –Negué ayudando a guardar las cosas en sus lugares. –La próxima espérame y vamos juntas, al menos eso podemos aprovechar estar a solas juntas.

-Nina. –Se llevó su mano exageradamente a su pecho. –Nunca creí que te querías aprovechar conmigo.


Revolee los ojos y me reí, lo cual ella hace lo mismo.


-Ya, en serio Rosita. –Bufe. –Que vivamos juntas, no significa que no podemos salir juntas.

-El sábado salimos, Nina.

-Con respeto a eso. –Rasque mi nuca nerviosa.

-Nina juraste ir. –Cambio el tono.

-No, si, si, si iré, solo que... -Saque un suspiro y la mire a los ojos. –Daryl escucho la conversación, y no me queda opción que invitarlo.

-¡¿Qué?! ¡¿Por qué, Nina?!

-No te enojes, porque sinceramente lo pensé mejor luego del día que me dijiste esto, y prefiero estar acompañada con alguien a que estar sola mientras tú disfrutas de estar con tu chico. –Suspire. –Apenas conozco la ciudad, no te enojes.

-Y seguramente debes estar muy contenta de que sea con Daryl –Me sonrió con picardía.

-Ya basta. –Revolee los ojos y lo buscaba con disimulo.

-Ahora que recuerdo, me debes una charla de eso. –Me señalo con su dedo índice. –Recordé que debo comprar sal, ¿vamos? –Entendí su comentario bastante tramposo.

-Ro...

-Nos vamos a comprar, ya volvemos. –Le dijo a Daryl y me agarro mi brazo arrastrándome a la salida. Él hizo un movimiento de cabeza, pero no me miro.


¿Qué le pasa?


Nosotras llegamos a un puesto de caravana que vendían donas, la sal fue una excusa. Rosita me invito a comer, no me dejo pagar. Bufe, sin tener opciones que aceptarlo.

Nos acercamos a una mesa con sillas para dos y nos sentamos una frente a la otra. Lleve la dona a mi boca y negaba disfrutando de lo bueno que estaba.


-Esta riquísimo. –Exclamo Rosita con la boca llena y me reí.

-La verdad que sí.

-Bueno, cuéntame que paso con Daryl. –Masticaba la dona con suma atención a mis ojos.

-Nada del otro mundo Ro. –Negué.

-Cuéntame Nina. ¿Qué te cuesta? –Se quejó caprichosa.


Saque un suspiro y deje la dona sobre el pequeño plato de cartón que nos dieron.


-Ayer me dijo que quería hablar conmigo después de la cena, lo cual acepte. –Encogí mi hombro.

Love Me Like You Do  | Daryl Dixon | (18+)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora