Love Me Like You Do | Daryl Dixon | (18+)

S E I S

Sorprendida por su acto pero sin negarme al beso, que por ahora, siguiendo, sentí su lengua pidiendo permiso, la acepto sin problemas, y con la mía uníamos enredándonos, a la vez mis brazos acariciaba su pecho hasta llegar a su pelo.

Daryl por su parte, enredo un brazo a mi cintura y la otra mano bajo a mi trasero, apretando fuerte haciendo a la vez con sus labios estirando los míos.

Se me escapo un gemido, ya que esa mordida dolió, pero me excito, y era obvio, sentí un poco húmedo mi ropa interior de abajo, pero fue peor cuando su mano metió por debajo de mi pantalón. Tire mi cabeza para atrás sacando un gemido en susurros y mire sus ojos, veo como sonríe un poco mordiendo su labio.

-Estas tan mojada. –Susurro y vi como saboreo sus dedos con gusto a mi intimidad. –Y muy rica.

Me quede boquiabierta y puedo jurar que mi cara estaba un poco roja.

Me toma por sorpresa en cómo me alza sosteniéndome con un brazo, mientras enredo mis piernas a su cintura y con su otra mano, vuelve a sostener mi nuca haciendo que me acerque a sus labios para volver a besarme de manera tan excitante, succionando mis labios que seguro al separarse de mí, estarían rojos. No me niego para nada y sigo sus besos metiendo mi lengua, pero dura poco ya que me suelta dejándome caer en la cama.

Lo mire a los ojos, pero de a poco fueron bajando a su pecho, donde tenía un tatuaje que sinceramente no tengo tiempo de saber que es porque mis ojos rápido baja a su abdomen bien trabajado. Dios, ¿hay algo más que me excita este hombre con tal solo mirarlo? ¿Es una locura mía o alguien más de las mujeres de todo el mundo, pueda sentirse identificada conmigo si tiene un hombre como Daryl Dixon tan cerca, tan...dios, tan sexy, hasta llegar a tener orgasmo con tal solo mirarlo?

-Desnúdate. –Ordeno todo serio. Sus ojos viajaban por mi cuerpo, como admirando lo que tenía puesto y a la vez, haciéndose idea de que iba encontrarse debajo de esa.

Obedecí, por lo cual, decidí primero por mi remera.

Daryl se sorprende un poco el hecho de que este sin corpiño, pero veo que moja sus labios con su lengua y se acerca a mi gateando por la cama, besando uno de mis senos, mojando con su saliva, mordiendo y succionando, un completo lujuria sentir la forma de tan solo con esos pasos, me hacía poner duro mi pezón y erizar todo mi cuerpo.

Quise acariciar su pelo, pero sus besos bajaban, haciendo como un caminito con curvas en mi cuerpo para luego bajar mi pantalón junto a mi ropa interior al mismo tiempo. Levante mi cadera un poco permitiendo que me quite. Me encontraba desesperada para su sexo oral a mí.

Si, estaba desesperada como una loca.

Tiro mi ropa al suelo, vaya saber dónde. Sus ojos se clavan en mí, y parecía que me entendía o me leía la mente, dado a mi desesperación. No niego que en esa mini sonrisa de costado que tenía, era como de orgullo y victorioso por lo que me hace generar tanta excitación. Y debo decir que tiene razón.

Apoya sus codos en la cama, a los costado de mi cadera, mientras sus manos a mi muslo, enredados en ellas para separar y luego se acerca a mi entrepierna haciendo un delicioso oral con su lengua a mi clítoris.

Tapo mi boca con mi mano, mientras con la otra me agarro con fuerza con el respaldo de la cama.

Mierda. Es lo que susurro y mire a sus ojos, quien los tiene clavado a los míos.

Su lengua pasaba por mi clítoris, jugaba tan perfectamente que mi excitación fue más todavía cuando sentí que metió dos dedos. Entraba y salía, como si me acariciara por dentro.