D I E Z

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Luego de aquella noche que Daryl me grito, no le volví a dirigir la palabra. Obviamente de su parte me buscaba, pero el hecho de que lo ignorara a él, solía irritarse enseguida. Me gritaba, pero no me sobresaltaba ni siquiera me asustaba, creo que muy dentro de mi estaba asegurada de que esas reacciones iban a suceder.

Me hablaba, lo ignoraba, se enojaba, hasta que se daba media vuelta y desaparecía. Por las noches, después de que paso aquella vez, al siguiente día, apareció en mi cama, por lo cual yo me fui a dormir al sofá sin problema y claro, se enfureció el doble, peor cuando me desperté a las cinco de la mañana para ir con Nicholas a su local de trabajo, pasando dos horas más acostada en un sofá que había en el local para luego irme a trabajar. Todo para no ver, ni hablarle a Daryl.

No le hablaba por una simple razón, nunca me pidió disculpas por aquella noche. Seré muy orgullosa, rencorosa, lo que sea, pero no estaba de más hacerlo, de toda forma es él que tiene que disculparse. Me cuesta perdonar, admito eso, pero estoy empezando un nuevo mundo desde que llegue a México, por lo cual, podría empezar a cambiar del orgullo a aceptar las disculpas.


-¡Nina!


Me sobresalte y vi frente mío a mi amiga. Sacudió su mano con una pequeña sonrisa.


-Hey. –Sonreí apenas. –Perdón, estaba pensando cosas.

-Te estaba preguntando si me queda bien este vestido. –Dio una vuelta, luciendo un hermoso vestido color rojo.

-Sí, obvio que te queda precioso. –Sonreí asintiendo. –Es el mejor de todos lo que te probaste.

-¿Si? –Pregunto y se miraba al mismo tiempo al espejo.


Asentí sonriendo forzada y acomode mi pelo. Nosotras estábamos en un local de ropa ya que hoy era sábado y a la noche salíamos. Y ahí está el problema, no quería salir con Daryl.

Habíamos quedado en salir juntos, y ahora dado a la situación que estamos, no sabía que iba a pasar, porque tampoco sé si se acordara de esta salida pendiente.


-Nina, tienes que elegir que ponerte. –Me miro Rosita.

-¿Qué? No, no, yo estoy bien. De hecho no tengo porque producirme tanto, solamente estaré sentada en algún lugar hasta que sea la hora de irnos.

-Nina, vamos.

-No, Ro. Estoy bien así.


Mi amiga no convencida, asintió para no seguir insistiendo en vano y agradecí mentalmente por eso.

Rosita eligió el vestido rojo, y en el camino hablábamos sobre peinados, maquillajes y las combinaciones de zapatos con su nuevo vestido.

Me reía como Ro, hablaba tan rápido emocionada y ansiosa por la noche, pero me daba ternura y mientras yo dudaba tanto sobre Daryl. Sus reacciones, actitudes, su forma de ser, entre otras cosas. Es como un robot, tienes que buscar un control remoto para saber manejarlo. Que patético.


-Tranquila, Ro. Todo va salir bien.

-¿Tú dices, Nina? Ósea... ¿Lo crees?

-Sí, créeme que sí. Confía y veras que las cosas van a salir bien. –Acaricie su brazo izquierdo.

-Está bien. –Sonrió más relajada.


Seguimos caminando por el centro, para luego ir hacia al Ford de Nicholas que nos prestó. Y por arte de magia, frente nuestro pasa Daryl con su moto, lo cual nos ve pero no hace nada más que seguir con su camino.

Love Me Like You Do  | Daryl Dixon | (18+)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora