Eras las siete, y cincuenta.
Me baje de la moto de Daryl, gracias a él que llego a esta hora, debido a su escándalo por un corpiño.
Rezongue molesta acomodando mi bolso sobre mi hombro y mire sus ojos azules que bajo el sol, apenas se podía ver.
-Gracias. –Contesté seca.
-Oh vamos, no estés así. –Negó mirándome, y sonrió apenas, muy cínico. –No es para tanto, nena.
-Adiós.
Me estaba por dar media vuelta, pero unas manos sobre mi cintura me detienen. Lo mire con mi mandíbula bastante tensa y él, lo contrario, tenía una mini sonrisa y con una mano libre acaricio mi nuca y de manera suave, acerco su boca a la mía, besándome de la manera más dulce y delicado posible, como si fuera frágil para él, aunque ahora se ponía más intenso, debido por nuestras lenguas se juntaron. Me provoca tan fácil este hombre.
Acariciaba sus brazos despacio, que por cierto, tenía una musculosa y tocar su piel suave era tan privilegiado para mí.
Su mano derecha bajo a mi trasero, dándome un apretón, para luego cortar el beso.
-Nos vemos a las cinco, nena.
-Está bien. –Respondí mirando sus ojos y saque una pequeña sonrisa.
Y sin más nada que decir, arranca su moto y se va perdiendo entre las calles.
¿A dónde ira?
Pensé en muchas opciones pero sinceramente no me da el tiempo, ya eran y cincuenta y cinco. Saque un suspiro, sacando todo los nervios y la mala energía, entre.
Mi compañera Nicole me sonrió al verme y se acercó a mí a saludarme con un abrazo.
-Bienvenida, quedaste. –Se separó de mí sonriendo de oreja a oreja.
-Sí. –Exclame feliz. –No me tenía fe, pero por suerte, me dieron una oportunidad.
-Hay que creer en uno mismo.
Y era verdad. Solía ser muy negativa conmigo misma, muy insegura. Lamentablemente no tengo aclarado en mente sobre el "porque" soy así. Hace mucho que quería empezar terapia, pero mis padres decían que eran para gente con problemas, con apodos de locos, que yo no tenía nada, era para llamar la atención y no iban a permitir que la gente sepa que tenía problemas mentales.
Era totalmente una tontería, y bastante absurda con su ideología con respeto a ese tema. Mi tema para empezar era la terapia para poder sacarme muchas dudas, saber porque soy así tan insegura y aunque una psicóloga no va solucionar mis problemas, al menos va haber una herramienta, porque más de eso, quisiera saber cómo calmar mi ansiedad y superar entre otros traumas.
-Tienes razón. –Asentí sonriendo.
-Ven, Nina. Te presentare a nuestras compañeras. –Empieza a caminar.
Acepte y la seguía despacio. El local era mediano. Había cuatro mesadas grandes y alta, todas de vidrios, salvo que los borde eran de color rosada. Atrás de ellos, había estantes con muchas cajas que vendrían ser los conjuntos, calzoncillos, etc. Estaban ordenados de la manera más prolija posible, por marca y seguramente por talles. También, entre los separadores de los estantes, en el medio había colgantes que entre ellos eran bikinis y mallas de todos los colores.
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Love Me Like You Do | Daryl Dixon | (18+)
Fanfiction- ¿Qué pasa? - Mi vida es una mierda, siempre lo fue. -Le dio una calada al cigarro. -Hasta que te conocí.