O C H O

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-¡Daryl!


Esa no es mi voz. Miro confundida hacia donde viene, y sinceramente quería matar ahora.

Mandy tenía una sonrisa de oreja a oreja, miraba Daryl feliz, corre hacia a él a abrazarlo, pero no es correspondido, de hecho, el ballestero se queda sorprendido pero frunce su ceño enseguida y me mira, y vuelve a la vista a ella.

¿De dónde la conoce?


-¿Qué hay? –Pregunto seco y tiro el cigarro.

-Daryl, ¿Dónde estuviste? –Pregunto acariciando su mejilla.

-En mi casa.


El comentario me pareció gracioso pero sinceramente me hierve la sangre el hecho de que ella este cerca de él. Y no entiendo porque. De hecho, no me tiene que afectar en nada, si total, no somos nada, es sexo.

Sí, eso.

Pero...

¿Quiero?


-Lo se tonto, pero... ¿Dónde? –Ríe.

-No tengo porque darte una puta explicación en donde vivo. –Respondió seco.

-Bueno, veo que sigues igual. –Asintió y corrió su pelo rubio. -¿Te apetece ir a comer algo conmigo o...podemos salir el sábado por la noche? –Acariciaba su mano.

-Estoy ocupado. –Corrió su mano y se levantó acercándose a mí.


Revoleo los ojos, y juro que fue inesperado hasta que reaccione. Lo miro a los ojos, Daryl por su parte, rodea sus brazos a mi cintura y tenía una pequeña sonrisa.


-Hola... -Rozo su nariz con la mía. –Celosa. –Termino la frase.

-¿Celosa? –Levante una ceja. -¿yo? –Saque una risa irónica.


No recibo respuesta, pero si un beso que me deja totalmente rendida en segundo. Enrede mis brazos a su cuello.

Sus labios movían al compás de una melodía romántica y lenta, mientras su lengua pedía permiso pero me llevo la sorpresa de que me muerde el labio inferior que lo estiro haciéndome doler un poco pero viniendo de este rubio, me excite con tal solo eso.

Si, que hombre.


-Dijiste que no tenías novio. –Hablo la insoportable. Ambos miramos a su dirección.

-No tengo porque darte explicaciones. –La rebaje.

-Pe...

-Dijo que no tiene por qué darte explicaciones. –Escupió Daryl. -¿Eres sorda o que mierda?


Mandy quedo sorprendida por la actitud de Daryl, y debo decir que yo también. Me solté de su agarre despacio, pero él enseguida tomo mi mano suavemente, haciéndome erizar la piel y ponerme nerviosa. No sé qué tenía que siempre me genera eso, y lo odiaba.


-Vamos, nena. –Me dijo con su tono suave y tranquilo que eso calmaba mis oídos.


Caminaba a la par de él hacia su moto. Se sube negando mientras mira mal a Mandy, lo cual ella indignada y casi bufando se iba caminando por el lado contrario.

Love Me Like You Do  | Daryl Dixon | (18+)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora