FALLING▪︎2 [Suguru Niragi]

10.- Cry For Me.

[!]: acto sexual explícito, si no lo
quieres leer puedes saltar
hasta la segunda parte.

• •

La sonrisa de los dos nadie la podía borrar, ambos sentados frente al otro con la pequeña mesa de entremedio mientras comían la cena que por suerte no se había quemado.

Niragi dio su último bocado a su sopa de vegetales mirando hacía Aixa el como tenía esa sonrisita de haber hecho una travesura, ambos tenían esa complicada impregnada en sus ojos cada vez que se miraban.

—¿Está rico?— preguntó el pelinegro al verla comer lo poco que le quedaba de arroz.

—Sí— afirmó sintiendo sus mejillas ruborizadas.

No podían negarlo, haber tenido su primer encuentro sexual después de un largo tiempo había sido diferente. Tanto para Niragi como Aixa lo habían disfrutado más que nunca, el cómo ella había tomado todo el control. Incluso los sentimientos eran como fuegos artificiales, explotaban de forma sorpresiva, pero hermosa.

—Recuerdo que después de follar siempre despertaba solo en tu habitación, trataba de buscarte, pero era como si desaparecieras— recordó Niragi pensativo tomando agua de una pequeña botella.

—Sí, se me hacía incómodo en ese entonces despertar a tu lado— admitió pensativa con una pequeña sonrisa—. Era más fácil para mí irme y actuar como si nada hubiera pasado, de ese modo me sentía menos culpable de haberme metido con un idiota como tú.

—¿Idiota como yo?— rio divertido Niragi—. Sí, era un gran idiota en ese entonces. Ahora que ordene mis prioridades puedo ver todo más claro.

—¿A sí? ¿Y cuáles son tus prioridades ahora?— ladeo su cabeza con una pequeña sonrisa.

El pelinegro la miró con sus ojos entrecerrados, una curva apareció en sus labios. La observó con tanto afecto teniendo la respuesta en el reflejo de su mirada.

—Tú, Aixa. Tú eres mi única prioridad ahora— dijo—. Quiero hacer bien las cosas, poder protegerte y ganar para salir de este mundo. Salir juntos de toda esta mierda. Contigo.

La castaña sintió como su estómago se contraía en emoción ante esas palabras, bajando su mirada con una sonrisa completamente conmovida por sus palabras que rezaba que fueran verdad. Depositando su confianza en él.

Dios, de verdad lo quería. Tenía la esperanza de salir de ese mundo y poder estar junto con él afuera. Lo deseaba como nunca antes había deseado.

Un futuro con Niragi, uno brillante y acogedor. Uno real.

El chico recordó algo mientras la observaba en silencio, mirando la lámpara que tenían a un lado y apagándola captando la atención de ella al ver que todo a su alrededor se oscurecía por la noche.

—Mira arriba— murmuró Niragi.

Aixa le hizo caso dejando su boca abierta al instante que lo hizo. Las estrellas brillaban con intensidad sobre sus cabezas, destellos por todo el cielo infinito. Se sintió atrapada en ese momento, una burbuja de paz que los envolvía a ambos.

Lo bueno de ese mundo era que el cielo seguía siendo hermoso.

—¿Vamos a dormir?— preguntó Niragi después de unos minutos en que la dejo disfrutar de la vista nocturna mordiendo su labio inferior.

—De acuerdo— accedió Aixa ocultando una sonrisa.

Dormir, eso era lo que habían dicho.

Aixa jadeó con fuerza contra las mantas teniendo toda su parte superior apoyada en estas, su cabello cubriendo su rostro de manera desordenado. Sus manos apretaban con fuerza las mantas con cada movimiento que Niragi hacia detrás de ella.