FALLING▪︎2 [Suguru Niragi]

22.- Think I'll Miss You Forever.

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Los ojos de Niragi seguían en donde hace cuarenta minutos atrás había visto el dirigible del Rey de Espadas caer, aún era visible el rastro de humo que algunas piezas soltaban. Su alma sostenía la última gota de esperanza a la espera de ver a Aixa llegar.

Pero había pasado tanto tiempo, que incluso Chishiya había dejado de mirar aceptando con amargura que tal vez sus amigos no lo habían logrado esta vez y habían caído junto con el Rey de Espadas.

Niragi se negaba a creerlo, aún que era una tortura cada segundo que pasaba y no ver rastros de Aixa.

Su vista se ponía borrosa de a momentos, ya no sentía sus piernas y le costaba que el aire entrará a sus pulmones. Dolía respirar.

Más de diez veces intento ponerse de pie, en todas fallo. Su cuerpo ardía, no sólo por fuera la herida de las múltiples balas que soltó la escopeta de Alice. Sino que sus pulmones quemados ya no estaban funcionando como debían, peor ahora que tenía plomo en su interior.

Esta vez quiso intentarlo por última vez, tosió con fuerza soltando sangre de su interior siendo oído por Chishiya como trataba de ponerse de pie apoyándose en el vehículo.

—Sí sigues así... Solo acortaras tu tiempo de vida.

—Debo ir por ella— soltó entre dientes logrando ponerse de pie, tan solo un segundo antes de caer otra vez al suelo sintiendo como sus entrañas heridas punzaron de forma escabrosa. Ahogó un quejido de dolor, retorciéndose ligeramente en el suelo con su espalda apoyada otra vez en el vehículo.

—¿No es mejor aceptarlo ya?— murmuró con la mirada baja, igual de adolorido y tratando de mantener una respiración calmada para no perjudicar su estado, lo opuesto al pelinegro—. Ella siempre volvía.

—Y volverá, lo sé— lo corto con brusquedad, casi escupiendo las palabras.

—Se ha tardado mucho...

—Chishiya, por esta vez, sólo por esta vez te pediré con todo mi ser que no me molestes.

—No quería molestarte— admitió con voz calmada—. La verdad es que también duele pensar en la posibilidad de que...

—Ni se te ocurra decirlo— lo volvió a cortar de golpe dejando la ira impregnada en sus palabras.

El platinado lo entendió, le dolía que le dijeran que había una alta probabilidad de que Aixa estuviera muerta. Claro que lo entendía, hasta a él lo recorría un escalofrío cada que pensaba en esa opción y un sentimiento de melancolía hacía que en su garganta se formará un nudo.

Aixa.

La famosa As bajó la manga del Sombrerero.

Era la posibilidad en carne y hueso.

No, era más que eso.

Era amable, jovial y con un deseo sobrehumano de querer ayudar a todo mundo.

Era alguien increíble.

Trss. Trss.

Algo arrastrándose.

Niragi abrió sus ojos con lentitud.

Pasos lentos y arrastrados.

Chishiya observó sobre su hombro.

Los ojos de ambos se abrieron de golpe al ver a la castaña a la distancia sujetando su estómago con su sudadera, todo si estómago manchado de un rojo escarlata vivido, algunas partes seco y otras que dejaba en claro que seguían saliendo sangre de sus heridas.