20.- The Beauty and The Beast.

1.1K 141 18
                                    

• •

Una cueva, oscura, sucia y habitada por monstruo desalmados. El interior del esa alma escuchando a la lejanía el latir de ese moribundo corazón.

Tum. Tum. Tum.

Era la única señal de estar vivo, más no había ningún sentimiento que encendiera alguna llama de esperanza de querer vivir.

Tumtum. Tumtum.

Los placeres carnales y el libertinaje fue una dosis de adrenalina, un sucio regocijo.

Tumtum. ¡Tumtum! ¡TUMTUMTUM!

Aixa... Aceleraba su corazón de una forma que jamás había pensado que alguien lo haría latir, nisiquiera su madre o padre. Tan desenfrenado, sin control alguno, ansioso y temeroso a su vez de ese nuevo sentimiento.

Su presencia había hecho que cada voz siniestra de su mente y estado de odio se disiparan como niebla matutina, quedando a la vista un prado verde y florido. Eso sentía, paz por un instante.

—¿Qué haces?— dijo con voz temblorosa llendo de sus ojos gatunos al arma que apuntaba hacía dónde se refugiaba Alice.

Tanto el platinado como el chico de espesa melena desordenada soltaron un jadeo entre el pánico y alivio de ver a Aixa ahí. O esto podía salir bien o muy mal.

—Aixa...

—Baja el arma, ¿sí?— pidió con voz calmada alzando sus manos que temblaban en su dirección con delicadeza buscando no alterarlo, temía que le dispara a ella incluso.— Niragi, por favor, baja el arma.

El cuerpo del pelinegro por unos segundos dejó de ser controlado por su odio e incluso su lado consciente pasando a ser tan servicial a las órdenes de Aixa. Bajó el arma, no hasta que algo hizo clic en su mente y la alzó está vez con más firmeza hacía dónde antes apuntaba, Alice.

La chica ahogó un quejido sintiendo su respiración agitada y temblando más de lo normal, pero ahí estaba, dispuesta a hacerle frente aún si la lastimaba a ella en el camino. Después de la última vez no le sorprendería que Niragi le tuviera algún tipo de resentimiento, le dijo cosas horribles pero, no se arrepentía, nisiquiera aún cuando el poseía un arma y ella no.

—¿Porqué viniste?

—Escuche los disparos— respondió con cuidado—. Creí que sería el Rey de Espadas pero, no estaba el dirigible cerca.

—Y viniste pensando que podrías ayudar a alguien, ¿verdad?— inquirió de forma ácida observando sus rostro esculpido de facciones finas, sus ojos avellana brillando de manera encantadora y siendo casi hipnóticos para él. Tragó con dureza apartando esos pensamientos que entorpecian su mente. El silencio por parte de ella fue su respuesta—. Claro que sí— sonrió divertido—. Pero este es un juego solo entre nosotros, tú estas fuera. Así que te debo pedir que no te interpongas, Aixa.

La castaña tenso sus músculos bajando sus brazos a sus costados.

Esa sonrisa cruel...

—No puedo irme si vas a lastimar a mis amigos.

¡Bang!

Directo a uno de los vidrios del vehículo donde Alice se cubría haciéndolo chillar del miedo.

—¡Aixa, cúbrete!

—Idiota, solo quiero matarte a ti y a Chishiya— soltó con bravura Niragi.

El platinado también temió por la castaña mirándola con preocupación, noto como su rostro pasó a uno lleno de miedo. Se veía paralizada.

FALLING▪︎2 [Suguru Niragi]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora