𝐔𝐍𝐃𝐄𝐑 𝐓𝐇𝐄 𝐒𝐀𝐌𝐄 𝐌𝐎𝐎𝐍

𝐂𝐀𝐏𝐈𝐓𝐔𝐋𝐎 𝟔

CAPÍTULO 6
"SOSPECHAS"

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A la mañana siguiente Andrea abrió sus ojos. Estaba en una de las habitaciones de la casa de los Swan.

Como lo había prometido se quedó allí hasta que Bella se recuperara y lograra dormir, así que cuando lo consiguió Charlie la detuvo tras llamar a su madre pidiéndole que pasara la noche allí ya que era casi el amanecer, y podría ser peligroso que se fuera.

Luego de consultarlo con sus padres y recibir una respuesta afirmativa por parte de ellos, Andrea se instaló rápidamente en la habitación frente a la de Bella, donde estaba ahora.

Al despertar vio el lugar ajeno y las mantas que la arropaban.

—¿Qué hora es?

Murmuró para ella misma buscando su teléfono sobre la mesa de noche mientras se incorporaba en sí.

8:00 am.

Fue lo que vio en la pantalla antes de levantarse unos minutos después. Aún tenía la ropa del día anterior ya que, aunque Charlie le había ofrecido algunas prendas de Bella, Andrea al tocar la suave almohada olvidó por completo cambiarse.

—Buenos días señor Swan —saludó la castaña una vez se arregló un poco y bajó hasta la cocina.

—¡Oh! Buenos días, Andrea —dijo el hombre una vez notó la presencia de la chica— ¿Dormiste bien? No quise despertarte, pensé que tardarías un poco más como Bella.

Andrea negó con una sonrisa dulce.

—No se preocupe señor Swan, además, suelo despertar temprano.

El hombre se sorprendió, tal vez porque venían de una adolescente las palabras.

—Bien, ¿quieres desayunar ya? Yo lo haré y luego iré a la estación. Tengo trabajo —dijo colocando un plato sobre la mesa.

—No quiero molestar señor Swan, sólo iré por mis cosas y saldré hacia casa. Suelo desayunar con mis padres —sonrió—. Y dormí como un bebé, señor Swan —rió ligeramente— gracias por dejarme quedar.

—No tienes qué agradecer, Andrea —dijo el uniformado tomando asiento— y por favor, dime Charlie, "señor Swan" suena algo extraño.

La chica sonrió asintiendo.

—De acuerdo, señor Sw... Charlie —se corrigió.

—¿Segura que no quieres nada? —preguntó Charlie mientras le daba una mordida a su desayuno.

La chica negó amable.

—Iré a prepararme y saldré.

—Puedo llevarte —ofreció— la reserva está cerca de la estación y además sería una forma de agradecer que hayas venido a esas horas ayer.

Andrea asintió sabiendo que más que una propuesta era un hecho, con buena intención, claro.

Con ello, Andrea aceptó y subió nuevamente hasta la habitación, pero antes dejó una nota en la puerta de Bella para cuando despertara.