𝐔𝐍𝐃𝐄𝐑 𝐓𝐇𝐄 𝐒𝐀𝐌𝐄 𝐌𝐎𝐎𝐍

𝐂𝐀𝐏𝐈𝐓𝐔𝐋𝐎 𝟐𝟕

CAPÍTULO 27
"ALGO IMPOSIBLE"

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Jugar ajedrez. Tratar de seducir a Edward. Hacer alguna otra actividad ya fuera saltar de una cascada o hacer una caminata. De nuevo ajedrez.

Ese fue el orden en que se resumían los últimos días de la luna de miel de Edward y Bella, el vampiro y la humana. Pero aunque todo fuera cariño y amor entre ellos, no era suficiente para convencer al inmortal de ceder a sus deseos y permitirse tocar a su esposa.

Mientras dormía, Bella soñó uno de los tantos juegos de ajedrez junto a Edward, pero esta vez al ser ella quien ganara alejó las fichas permitiéndose llegar a los labios de su esposo. Ambos sonreían y disfrutaban del otro, sin miedo a que una caricia fuera a lastimarlos, sus risas hacían eco en la mente de la chica.

El cuerpo moviéndose inquieto en la cama, preocupó un poco al vampiro.

—¿Bella...? —acercándose a su hombro lo besó— ¿Tuviste una pesadilla?

—Fue un buen sueño —aseguró ella al moverse para verlo—, uno muy bueno.

—¿Entonces por qué lloras?

—Porque quería que fuera real...

—Dime —sus manos acercaron su rostro para empezar a besarlo.

—Bella... no puedo —insistió él retrocediendo un poco.

—Por favor —casi que suplicó Bella. Solo deseaba poder disfrutar de su esposo en cada sentido, sin que su humanidad la limitara.

Y ella no era la única, Edward había esperado años por su amor verdadero, la mujer que lo acompañaría toda su vida, su eternidad y claro que quería poder besarla, amarla y descubrir cada rincón de ella. Así, la pareja olvidó cada preocupación, besándose y dejándose llevar tocaron sus cuerpos.

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—¿Cómo haremos para que no sepan? —Jacob tomado de la mano de Andrea le preguntaba sobre el anuncio del compromiso, ya que al estar en la manada compartían pensamientos y seguramente al regresar a la reserva lo sabrían.

—No lo sé... quiero que Bella sea la primera en saberlo así como yo supe del suyo —sonrió emocionada la híbrida—, podríamos escapar hasta que ella regrese —bromeó.

—¿Un par de días contigo, solos? —dijo para sí mismo el chico— Me encanta.

Abrazándola por la cintura siguieron caminando.

—¿Sabes que te amo? —habló junto a su oído, besándola en el proceso.

Andrea dándose vuelta con una sonrisa de oreja a oreja enrolló sus brazos en su nuca.

—Pero no creo que más que yo a ti.

—¿Me estás retando, lobita?

—Podría ser —respondió sintiéndose más feliz que nunca al tener al que sería el hombre de su vida su esposo, frente a ella—. Pero hablando en serio, podrías quedarte conmigo en casa —es decir con los Cullen—, ninguno allí podrá saberlo ya que Edward es el único que podría ver nuestras mentes.

—¿Qué hay de Jasper? ¿No sentiría de alguna manera nuestra emoción?

—Tendrá una pequeña salida con Alice en estos días, no tendremos que preocuparnos por eso.

Jacob estaba en mejores términos con la familia Cullen cada día, Andrea se había encargado de unir ambas especies y de cierta manera lo iba logrando. Además, todo lo sucedido demostraba lo que cada uno era en realidad y la sana relación que podían llevar sin importar si tenían garras o colmillos, pero sobre todo el futuro mismo se encargaría de eso ya que Jacob en poco tiempo sería parte de su familia al casarse con una de las hijas de Carlisle y Esme.